La cruzada arancelaria de Trump hunde las bolsas mundiales de la industria farmacéutica

Las acciones del sector farmacéutico caen con fuerza tras el anuncio de gravámenes a medicamentos importados; empresas y analistas advierten del riesgo de desabastecimiento y encarecimiento de tratamientos

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump (Foto. Microsoft IA ConSalud)
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump (Foto. Microsoft IA ConSalud)
José Iborra
10 abril 2025 | 10:20 h
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La industria farmacéutica mundial ha recibido un nuevo golpe tras el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que impondrá un arancel "importante" a las importaciones de medicamentos. Según Reuters, la medida, que busca incentivar el retorno de la producción al país norteamericano, ha generado una ola de incertidumbre entre empresas, analistas y mercados bursátiles a escala global.

Durante la jornada, los efectos del anuncio fueron inmediatos. Las acciones de las principales farmacéuticas estadounidenses, como Amgen, Pfizer y Eli Lilly, cayeron entre un 3% y un 6% antes de la apertura del mercado. En Europa, el índice sectorial sanitario del STOXX 600 registró una caída del 5%, alcanzando su nivel más bajo desde octubre de 2022 y encabezando las pérdidas en la región. Este desplome llevó al índice general europeo a su mayor descenso diario desde marzo de 2020.

Las palabras de Trump, que sugieren la inclusión inminente del sector farmacéutico en los aranceles recíprocos recientemente activados, ponen fin a la breve exención que se había otorgado al sector en el primer paquete de medidas. Según el mandatario, estas tarifas buscarían presionar a las compañías para que trasladen sus operaciones productivas a territorio estadounidense, promoviendo su promesa electoral de “America First”. “Si bien los detalles son escasos, nos oponemos firmemente a los aranceles sobre cualquier producto farmacéutico; es probable que estos no contribuyan a trasladar la producción de nuevo a Estados Unidos”, afirma Evan Seigerman, analista de BMO Capital Markets, quien también alerta sobre el impacto regulador tras los recientes despidos en la FDA.

"Si bien los detalles son escasos, nos oponemos firmemente a los aranceles sobre cualquier producto farmacéutico"

La complejidad de las cadenas de suministro farmacéuticas, altamente interconectadas entre Europa, Asia y América del Norte, hace que una reubicación rápida de la producción sea inviable. De hecho, los analistas estiman que la construcción de nuevas plantas en suelo estadounidense requeriría una inversión superior a los 2.000 millones de dólares (1.816,16 millones de euros) por instalación y un plazo mínimo de cinco años antes de iniciar la producción.

El golpe ha sido especialmente duro para Europa, donde compañías como Roche, Sanofi y Novartis vieron desplomarse sus acciones entre un 5% y un 6,5%. La Unión Europea exportó medicamentos por valor de aproximadamente 90.000 millones de euros a Estados Unidos en 2023, según Eurostat. La entrada en vigor de estos aranceles podría encarecer significativamente los tratamientos importados, con un impacto directo sobre la competitividad de las empresas y potencialmente sobre los precios para el sistema sanitario estadounidense.

En Asia, las reacciones tampoco se hicieron esperar. El índice farmacéutico de la India cerró la jornada con una caída cercana al 2%, arrastrando al índice Nifty 50 a un descenso del 0,6%. Empresas como IPCA, Glenmark Pharma y Biocon registraron pérdidas entre el 4% y el 5,5%. El impacto es especialmente preocupante para India, dado que alrededor del 33% de sus exportaciones farmacéuticas, entradas principalmente en genéricos, tienen como destino Estados Unidos.

La analista de Bernstein, Courtney Breen, subrayó que en un escenario extremo, los nuevos aranceles podrían implicar costes adicionales de hasta 53.000 millones de dólares anuales (48.128,24 millones de euros) para las importaciones farmacéuticas en Estados Unidos. Breen también advirtió sobre la dificultad de reconfigurar la producción a corto plazo, dada la alta especialización de las instalaciones existentes y los complejos procesos de validación exigidos por los reguladores sanitarios.

La medida ha reavivado las tensiones entre Washington y Bruselas. La Comisión Europea ya ha insinuado que podría responder con contramedidas si se confirma la aplicación de aranceles a los medicamentos europeos. Al mismo tiempo, el anuncio ha dado impulso a las iniciativas comunitarias para reforzar la producción estratégica de medicamentos en territorio europeo, como la Critical Medicines Act, orientada a reducir la dependencia exterior en productos sanitarios esenciales.

"El impacto en la investigación, producción y distribución de fármacos promete ser profundo y duradero"

Mientras tanto, en Estados Unidos, las asociaciones sectoriales expresaron su preocupación por los posibles efectos adversos. La Pharmaceutical Research and Manufacturers of America (PhRMA) advirtió que una imposición de aranceles sin una planificación adecuada podría provocar desabastecimientos críticos, especialmente en medicamentos hospitalarios y genéricos, cuya fabricación ya se concentra en pocas plantas altamente especializadas.

El panorama regulatorio también añade incertidumbre. Actualmente, los aranceles anunciados se amparan en poderes ejecutivos de emergencia que podrían ser revocados por el Congreso o al finalizar la actual administración. Esto añade un componente político a una situación que ya genera dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo.

La industria farmacéutica, clave en la salud pública global, se enfrenta así a una disyuntiva: adaptarse a un entorno comercial más proteccionista o asumir el coste creciente de mantener operaciones globales interconectadas. En cualquiera de los escenarios, el impacto en la investigación, producción y distribución de medicamentos promete ser profundo y duradero.

En definitiva, la amenaza arancelaria de Trump ha sumido al sector farmacéutico en una nueva etapa de incertidumbre. A diferencia de otros sectores afectados previamente por medidas proteccionistas, como el acero o los semiconductores, en este caso lo que está en juego es el acceso a tratamientos esenciales para millones de personas. Los próximos movimientos de la Casa Blanca serán determinantes para calibrar el alcance real de este nuevo capítulo en la guerra comercial.

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