La Corte Suprema de Estados Unidos ha frenado un acuerdo de 6.000 millones de dólares (5.573 millones de euros) por la protección que habría supuesto al productor de OxyContin, Purdue Pharma, de futuros litigios debidos a su participación en la crisis de los opioides. El veredicto del tribunal por cinco votos a favor y cuatro en contra revocó el fallo anterior que permitía a la familia dueña de la empresa, Sackler, obtener inmunidad al pagar una “cantidad insuficiente” para la administración de Biden. Aunque, según recogen en Pharmaceutical Technology, todo ese dinero podría haber ayudado a las víctimas de la terrible crisis de los opioides.
Uno de los jueces, Brett Kavanaugh, votó a favor del acuerdo y mencionó que la decisión del tribunal tendía un impacto “devastador” en las víctimas. Una opinión que no compartió el juez Neil Goursch, que apuntó que “los Sackler buscan un alivio mayor del que normalmente ofrece una liquidación por bancarrota, ya que esperan extinguir incluso las demandas por muerte por negligencia y fraude, y buscan hacerlo sin poner nada cercano a todos sus activos sobre la mesa”.
El veredicto del tribunal por cinco votos a favor y cuatro en contra revocó el fallo anterior que permitía a la familia dueña de la empresa, Sackler, obtener inmunidad al pagar una “cantidad insuficiente”
Uno de los informes realizados por un comité del Congreso de Estados Unidos, acusaba a la familia de desempeñar un papel clave en la crisis de los opioides. Más concretamente, generando más de 35.000 millones de dólares (32.511 millones de euros) en ingresos desde la entrada de OxyContin en el mercado en 1996. Además, allá por 2007 la compañía ya admitió su culpabilidad y pagó una multa de 600 millones de dólares (557 millones de euros), sin embargo, continuaron cometiendo delitos durante la década siguiente.
Desde el comité también señalan directamente las prácticas publicitarias que llevaron a cabo desde Purdue Pharma, promoviendo “narrativas falsas sobre sus productos para alejar a los pacientes de alternativas más seguras y desviar la culpa hacia las personas que luchan contra la adicción”, explicó la excongresista Carolyn Maloney, en una audiencia del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes de 2020.
En medio de esta lucha con las compañías que participaron en esta crisis, de los reguladores estadounidenses también destinan una gran parte de sus esfuerzos en tratar de solucionar la situación que se vive en las calles de Estados Unidos. Por parte de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), aprobaron el año pasado el uso sin receta de Narcan (naloxona) para revertir la sobredosis relacionadas con los opioides.