Control de precios y transparencia: La agenda de Trump y Kennedy para la sanidad en EE.UU.

Tras una victoria clara en las elecciones, Trump y el posible liderazgo de Kennedy en sanidad proyectan una política de reformas regulatorias y control de precios para reducir costes de los medicamentos

Trump y Kennedy al frente de la sanidad en EE.UU. (Fotomontaje: Microsoft IA/ConSalud)
Trump y Kennedy al frente de la sanidad en EE.UU. (Fotomontaje: Microsoft IA/ConSalud)
7 noviembre 2024 | 15:00 h

Después de lo que se esperaba que fueran unas elecciones ajustadas, Estados Unidos ha otorgado una victoria clara a Donald Trump, quien asume su segundo mandato. El regreso de Trump, con la posible incorporación de Robert Kennedy al frente de la sanidad, plantea una serie de políticas que podrían transformar significativamente el sistema sanitario estadounidense.

Durante su primer mandato, Trump intentó implementar la "regla de nación más favorecida", una medida que habría permitido vincular los precios de los medicamentos de Medicare a los precios más bajos pagados en otros países desarrollados. Aunque esta propuesta fue bloqueada por obstáculos legales y finalmente retirada bajo la administración de Biden, Trump ha sugerido la posibilidad de retomarla, con el objetivo de reducir los costos de los medicamentos para los consumidores estadounidenses.

Este enfoque podría traducirse en ahorros importantes para los pacientes y en una presión considerable sobre la industria farmacéutica, que históricamente ha mostrado resistencia a las políticas de control de precios.

Trump ha mostrado interés en permitir la reimportación de medicamentos fabricados en EE.UU.

Otra política defendida por Trump es la importación de medicamentos de países como Canadá, donde los precios suelen ser notablemente más bajos. Aunque autorizada durante su primer mandato, la implementación ha sido limitada. Florida, por ejemplo, ha recibido aprobación federal para importar ciertos medicamentos, aunque ha encontrado resistencia por parte del gobierno canadiense. En este sentido, Trump ha mostrado interés en permitir la reimportación de medicamentos fabricados en EE.UU. y vendidos a precios más bajos en el extranjero, una propuesta que sus asesores consideran clave para aumentar la asequibilidad.

Además, el exmandatario también ha subrayado la importancia de fomentar la competencia en el mercado de genéricos y biosimilares, ya que considera que una mayor competencia en estas áreas podría reducir significativamente los precios de los medicamentos. La administración de Trump había trabajado en iniciativas para promover la entrada de estos productos en el mercado, una estrategia que podría revivir en su nuevo mandato.

TRUMP Y KENNEDY AL FRENTE DE LA SANIDAD

La afirmación de que Robert F. Kennedy Jr. estará a cargo de la sanidad en una posible administración de Donald Trump es, hasta la fecha, una especulación. Aunque Kennedy ha expresado que Trump le prometió "control de las agencias de salud pública" en caso de ganar las elecciones.

De ser cierto, el mensaje del nuevo equipo de Trump para el sector salud es claro: una combinación de reformas regulatorias para limitar los costes y un fuerte enfoque en la erradicación de la corrupción en las agencias de salud. Las prioridades de Kennedy, alineadas en parte con el plan Project 2025 de la Heritage Foundation, incluyen la despolitización de las decisiones de salud y un enfoque renovado en la prevención de enfermedades crónicas, una de las preocupaciones principales de Kennedy. Su lema de “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser saludable” refleja este enfoque, que plantea un futuro desafiante y polarizador en el sector salud de Estados Unidos.

La designación de Kennedy refleja muchos de los principios delineados en Project 2025, un plan de transición diseñado por la Heritage Foundation para orientar la administración conservadora entrante en 2025. En este sentido, este proyecto aboga por la separación de losCentros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en dos entidades para evitar la centralización de poder que, según el documento, ha sido un obstáculo durante la pandemia.

NORMATIVAS MÁS RIGUROSAS PARA LAS COMPAÑÍAS FARMACÉUTICAS

Kennedy, quien ha sido criticado por su postura escéptica hacia las vacunas, asegura que “no vamos a quitarle las vacunas a nadie”. Sin embargo, expertos han mostrado preocupación por sus declaraciones anteriores que vinculan la vacunación con problemas de salud como el autismo, una postura que la comunidad científica ha rechazado ampliamente. 

Recientemente, Kennedy ha expuesto en redes sociales su intención de acabar con la corrupción en las agencias de salud gubernamentales. En el contexto de las empresas farmacéuticas, el plan Project 2025 propone establecer “paredes de fuego” para mitigar los conflictos de interés en los CDC y el Instituto Nacional de Salud.

La postura de Kennedy y los planes regulatorios de la administración Trump también podrían implicar un cambio hacia políticas de precios más estrictas, especialmente para medicamentos de alto costo. Trump ha sido un defensor de medidas que limiten los precios de los medicamentos, como la "regla de nación más favorecida" para Medicare, que él intentó implementar en su primer mandato, y la importación de medicamentos más económicos de países.

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