El pasado martes, comenzó la última batalla legal global entre la compañía farmacéutica Pfizer y su socio alemán BioNTech contra su rival Moderna esta vez en Reino Unido. Ambas empresas han pedido a un tribunal de Londres la revocación de las patentes de Moderna sobre tecnología clave para el desarrollo de vacunas para el Covid-19. Una demanda que ya elevaron al Tribunal Superior de Londres en septiembre de 2022.
Por su parte, Moderna ha alegado desde el principio de la contienda legal que sus patentes habían sido infringidas. Concretamente, durante los primeros días del proceso presentó su propia demanda sobre la vacuna Comirnaty de Pfizer y BioNTech, con el propósito de obtener daños y perjuicios por la supuesta infracción de sus patentes. Pfizer, BioNTech y Moderna también están litigando en Alemania, Países Bajos y Estados Unidos.
Moderna afirma que ambas compañía copiaron su tecnología de ARNm en los que había sido pionero
Las demandas en curso sobre las dos vacunas de las empresas se centran en la tecnología de ARN mensajero (ARNm). Moderna afirma que ambas compañía copiaron su tecnología de ARNm en los que había sido pionero y patentado mucho antes de que comenzara la pandemia de Covid-19 a finales de 2019.
Pfizer obtuvo 11.200 millones de dólares en ventas de Comirnaty el año pasado, mientras que Moderna ganó 6.700 millones de dólares con su vacuna Spikevax, lo que ilustra las sumas de dinero potencialmente en juego. Moderna solicita una indemnización por presunta infracción de sus patentes por parte de Pfizer y Comirnaty de BioNTech, que registró ventas desde marzo de 2022.
Las demandas en Londres se han dividido en tres juicios separados. Uno de estos juicios debe considerar el compromiso de Moderna en 2020 de no hacer cumplir sus patentes relacionadas con vacunas durante la pandemia que comenzó a continuación. En otras palabras, se está evaluando si Moderna cumplió con su promesa de no hacer cumplir sus patentes en un momento crítico para la salud pública global.
Pfizer y BioNTech, sin embargo, están pidiendo al Tribunal Superior que revoque las patentes de Moderna, argumentando que los desarrollos de la tecnología de ARNm de Moderna fueron mejoras obvias con respecto a trabajos anteriores.