El Gobierno chino anunció el pasado fin de semana una de las medidas más importantes para el país en los últimos años. En línea con su estrategia para frenar la desaceleración económica que sufre el país han eliminado las restricciones de inversión extranjera con las que contaban hasta ahora.
El gigante asiático, durante décadas, ha mantenido una política económica considerada como proteccionista, limitando así la inversión extranjera en diferentes sectores clave. Sin embargo, a medida que la economía del país ha madurado y se ha enfrentado a nuevos desafíos como el envejecimiento de la población, le han llevado a reconocer la importancia de atraer inversión más allá de su territorio.
La inversión directa de los negocios extranjeros en China aumentó en 2023 en unos 33.000 millones de dólares (29.884 millones de euros) en términos netos, según recoge la Administración Estatal de Divisas (SAFE). Se trata de la cifra más baja en los últimos 30 años, un retroceso que el Gobierno chino trata de revertir.
En línea con su estrategia para frenar la desaceleración económica que sufre el país han eliminado las restricciones de inversión extranjera con las que contaban hasta ahora
Desde la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas de China han anunciado este domingo la primera actualización en tres años del listado de actividades vetadas a la inversión extranjera. Una revisión que incluye importantes cambios, como es el caso de la eliminación de la mayoría de las restricciones en la industria manufacturera, que se aplicará a partir del próximo 1 de noviembre.
Estas medidas de apertura, por lo tanto, incluyen a sectores de actividad que hasta el momento habían estado muy restringidos o directamente vetados para la inversión exterior, como sucede en el caso del sanitario. Ahora, será posible invertir en el desarrollo y aplicación de tecnologías que abarquen, por ejemplo, tecnologías de genes y células madre humanas para el tratamiento y el diagnóstico en las zonas piloto de libre comercio de Pekín, Shanghái, Guangdong y Hainan.
En este sentido, el Gobierno chino anunció a través de un comunicado en la web oficial del Ministerio de Comercio de China, que permitirá el establecimiento de hospitales de propiedad totalmente extranjera en nueve áreas del país. Un proyecto piloto diseñado para implementar la promesa que el Comité Central del Partido Comunista, encabezado por Xi Jinping, hizo en su reunión plenaria de julio.
El Gobierno chino anunció a través de un comunicado en la web oficial del Ministerio de Comercio de China, que permitirá el establecimiento de hospitales de propiedad totalmente extranjera en nueve áreas del país
En el caso de la apertura del sector farmacéutico está siendo más gradual y está sujeta a regulaciones específicas debido a su naturaleza altamente regulada. Como puntos positivos, ofrece nuevas oportunidades para las farmacéuticas internacionales, que ven en china un mercado muy llamativo. En contraposición, el gigante asiático sigue contando con un entorno regulatorio complejo al que deben adaptarse si deciden sumergirse en este sector.
En definitiva, la apertura de China a inversión extranjera tiene tanto beneficios como desafíos que afectan de manera directa a sectores tan importancias como es el sanitario. Por una parte, se espera que esa inversión genere empleo y promueva la transferencia de tecnología; aunque esto puede plantear problemas de competencia entre empresas y la necesidad de adaptar las regulaciones a nuevas realidades.
ENCUENTRO DE PEDRO SÁNCHEZ CON XI JINPING
Precisamente, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, mantuvo un encuentro con el presidente chino, Xi Jinping, con el objetivo principal de fortalecer las relaciones bilaterales entre ambos países, con especial énfasis en las áreas comerciales e inversiones. Durante la reunión, ambos abordaron su interés por fomentar un orden comercial justo en el contexto de las tensiones actuales entre la Unión Europea y China, derivadas de disputas sobre aranceles y subsidios.
En cuanto a la inversión extranjera, destacaron la importancia de mantener un entorno empresarial favorable y seguro para las empresas chinas en España y las empresas españolas en China. Una visita que subraya la intención de ambos países de reforzar la cooperación económica, buscando evitar conflictos comerciales y promoviendo el diálogo en temas sensibles.