La inteligencia artificial (IA) está transformando la industria farmacéutica de manera significativa, revolucionando desde el descubrimiento de fármacos hasta la atención al paciente. Este avance se debe a la capacidad de la IA para analizar grandes volúmenes de datos y generar insights que optimizan los procesos de investigación y desarrollo.
En una entrevista en Salud35, el socio director y asesor en Transformación Digital en Olivia, Óscar Velasco, empresa de consultoría especializada en ayudar a organizaciones a adaptarse a los cambios, nos explica como se prevé que para 2029, la IA transforme la industria, mejorando la eficiencia y la innovación en el desarrollo de fármacos, mientras que el papel humano seguirá siendo fundamental, fomentando la colaboración entre científicos y expertos en IA.
La inversión en IA en el sector farmacéutico está proyectada para aumentar significativamente en los próximos años. ¿Cómo pueden las empresas prepararse para enfrentar los retos asociados con esta transición y maximizar los beneficios de la IA en sus operaciones?
El primer paso consiste en responder claramente a la pregunta “¿para qué voy a utilizar la IA en mi organización y cómo de preparada está mi empresa para adoptarla rápidamente y de manera efectiva?”. Una vez definido el propósito de la IA, es crucial preparar un plan de implementación. En general, los puntos principales a considerar son:
- Los empleados: evaluar su nivel de madurez digital y determinar qué plan de gestión del cambio necesitan. En resumen, entre otros temas será necesario definir la capacitación que necesitarán, cómo gestionar la comunicación hacia los equipos y establecer un plan de agentes de cambio para acelerar la adopción. Recomiendo, en la medida de lo posible, contar con la ayuda de empresas expertas en estas áreas, ya que pueden ser un factor diferencial para la eficiente puesta en marcha de los nuevos modelos de IA.
- Hacer que la implantación sea transparente tanto para los empleados como para los clientes, manteniendo criterios éticos, prestando atención a la privacidad de los datos y creando sistemas robustos y bien probados.
- Trabajar de manera muy ágil, lanzando soluciones, midiéndolas y ajustándolas según los resultados y la evolución del mercado.
Si seguimos estos pasos, garantizaremos la integración de la IA en todos nuestros procesos y su escalabilidad.
La IA transformará la industria farmacéutica dotándola de mayor eficiencia
¿Cómo ven el futuro de la IA en la industria farmacéutica en los próximos cinco años, y qué cambios significativos anticipan en las operaciones de las empresas?
Si nos proyectamos a 2029, en mi opinión, la IA transformará la industria farmacéutica dotándola de mayor eficiencia, gracias a la optimización de procesos, reducción de costos y aceleración del desarrollo de fármacos; de más innovación, favoreciendo el descubrimiento de nuevos tratamientos y aplicaciones para medicamentos existentes; de una mayor personalización, al permitir desarrollar tratamientos basados en características individuales de los pacientes; y de mayor facilidad de trabajo, mediante la automatización de tareas rutinarias y procesos de fabricación.
Se prevé que la intervención humana siga siendo fundamental en la investigación, a pesar del desarrollo de la IA. ¿De qué manera pueden las compañías farmacéuticas garantizar que el elemento humano permanezca en el proceso?
El papel humano seguirá siendo crucial en sectores donde las soluciones impactan a nivel mundial. Igual que con el Covid-19, pueden surgir nuevas enfermedades. Las empresas farmacéuticas, usando IA, podrán desarrollar tratamientos más rápido, reduciendo la desconfianza hacia estas tecnologías y acelerando su adopción. La IA liberará a los científicos de tareas repetitivas, permitiéndoles dedicar más tiempo a la investigación. Además, es esencial un plan conjunto, no solo interno en cada empresa, que fomente la colaboración, integrando a los científicos y expertos en IA en equipos de trabajo conjuntos.
También es necesario formar y capacitar a los científicos en el uso de herramientas y tecnologías de IA. Y siempre, reconocer que ésta es una herramienta que complementa, no reemplaza, la investigación fundamental, y asegurar que se utiliza de forma ética y responsable en la investigación y desarrollo de fármacos.