La farmacéutica estadounidense Clovis Oncology se ha declarado en bancarrota tras verse muy afectada por una caída en las ventas de su medicamento contra el cáncer, Rubraca y los desafíos que han tenido que afrontar para recaudar capital adicional.
Ya en el pasado mes de noviembre advirtieron durante una sesión de presentación de valores sobre su posible bancarrota por no tener suficiente liquidez para mantener las operaciones. Las dificultades surgen con los malos resultados cosechados con el único medicamento aprobado de la compañía, basados principalmente en el aumento de la competencia de los tratamientos rivales contra el cáncer de ovario.
Las dificultades surgen con los malos resultados cosechados con el único medicamento aprobado de la compañía, basados principalmente en el aumento de la competencia
Como solución, la compañía ha recurrido a una línea de financiamiento de deudor en posesión (DIP) de hasta 75 millones de dólares (71.036.184 euros). Esta técnica se trata de una posible solución tras declararse en bancarrota, la administración actual o la junta directiva permanecen en posesión del negocio y aunque solo pueda mantener sus operaciones gracias a su préstamo, los dueños de la empresa todavía tienen el control de la empresa.
Desde la agencia Reuters apuntan que Clovis acordó con Novartis la venta de los derechos de licencia de su candidato clínico en desarrollo FAP-2286 por un pago inicial de 50 millones de dólares (47.348.484 euros) y hasta 333,75 millones de dólares (316.051.136 euros) adicionales después de lograr cierto desarrollo. Además de recibir 297 millones de dólares (281.249.984 euros) al conseguir ciertos hitos de ventas. En una presentación ante el Tribunal de Quiebras de EE. UU. para el Distrito de Delaware, Clovis estimó que sus activos oscilan entre 100 millones de dólares (94.696.968 euros) y 500 millones de dólares (473.484.864 euros), con pasivos entre 500 millones de dólares (473.484.864 euros) y mil millones de dólares (946.969.728 euros).