La Comisión Central de Inspección y Disciplina de China ha abierto una investigación contra la compañía Changsheng Biotech acusada de adulterar sus vacunas.
La compañía habría falsificado datos de la producción y distribución de su vacuna contra la rabia inoculada en humanos, por lo que las autoridades han ordenado detener su producción.
En el marco de la investigación, Gao Junfang, presidenta de la farmacéutica china, ha sido detenida para ser interrogada junto a otros tres directivos de la empresa, ha informado la propia firma. Las autoridades han puesto a disposición judicial a la presidenta mientras realizan las investigaciones oportunas.
Las autoridades también han sancionado con 282.000 dólares a la compañía por deficiencias en la efectividad de otra vacuna contra la difteria, la tosferina y el tétanos
Además, las autoridades del país también han sancionado con 282.000 dólares (240.906 euros) a la compañía por deficiencias en la efectividad de otra vacuna contra la difteria, la tosferina y el tétanos.
El escándalo ha provocado que Xi Jinping, presidente de China, calificara las ilegalidades de Changsheng Biotech de "espantosas y terribles", y ha reiterado "la importancia de imponer un severo castigo a las compañías y personas implicadas".
El escándalo ha provocado la reacción de miles de ciudadanos chinos, quiénes han expresado sus críticas a través de las redes sociales, donde las noticias sobre el caso de vacunas fraudulentas suman más de 600 millones de visitas.