La farmacéutica estadounidense Cassava Sciences ha anunciado este martes que suspenderá gradualmente el desarrollo de simufilam, su candidato a tratamiento para el alzhéimer, tras el fracaso de un segundo ensayo clínico de fase avanzada. La decisión, que se materializará antes de que finalice el segundo trimestre del año, ha provocado una caída del 20% en el valor de sus acciones durante las primeras operaciones del día.
El anuncio supone un duro golpe para la compañía, que tenía en simufilam su principal apuesta terapéutica, fármaco que ha estado en el centro de la polémica desde hace más de un año. En 2023, Hoau-Yan Wang, profesor de medicina vinculado al desarrollo del medicamento, fue acusado de fraude por supuestamente haber manipulado datos científicos con el objetivo de obtener millones en fondos públicos para la investigación de esta terapia. Aunque la empresa ha insistido en que Wang no participó en los ensayos clínicos de fase avanzada, su nombre fue eliminado de la web corporativa, donde figuraba como codirector científico del proyecto.
"Los resultados no muestran beneficio clínico alguno y son inequívocos”
Por otra parte, el ensayo más reciente, Refocus-ALZ, no logró demostrar una mejora significativa en el deterioro cognitivo de los pacientes con alzhéimer leve a moderado. “Estamos profundamente decepcionados. Los resultados no muestran beneficio clínico alguno y son inequívocos”, ha declarado el CEO de la compañía, Rick Barry. Este estudio se suma al fracaso ya conocido del ensayo ReThink-ALZ, lo que llevó a la empresa a anticipar la paralización de todos los programas relacionados con el fármaco a finales del año pasado.
Cassava Sciences también había desarrollado una prueba de diagnóstico basada en sangre, SavaDx, actualmente en fase intermedia, aunque su futuro queda en entredicho tras la caída del programa de simufilam. La compañía contaba con 128,6 millones de dólares (119,15 millones de euros) en efectivo y equivalentes a cierre de 2024, lo que podría permitirle reorganizar su estrategia, aunque por ahora no ha detallado si apostará por nuevas líneas de investigación.
El caso de Cassava también ha tenido implicaciones legales. La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) acusó a la compañía y a dos de sus antiguos ejecutivos de realizar afirmaciones engañosas en 2020 sobre los resultados iniciales del fármaco. La empresa aceptó pagar una multa de 40 millones de dólares (37,06 millones de euros) para resolver el caso.