La farmacéutica estadounidense Pfizer ha anunciado este martes que pronostican en 2023 una caída mayor de la esperada de las ventas de su vacuna y tratamiento contra la Covid-19, una consecuencia directa de la situación actual del virus y, por lo tanto, de la reducción de los pedidos.
Uno de los ejemplos más claros del nuevo panorama para Pfizer es la idea de la Comisión Europea (CE) de reducir el número de dosis de vacunas que el Ejecutivo comunitario se había comprometido a comprar a Pfizer y BioNTech. Este cambio en los planes supone un gran problema para la farmacéutica y para sus previsiones, que intentarán reducir con la negociación de un precio mayor por las dosis que si van a comprar.
Bruselas firmó un contrato con Pfizer y BioNTech para la compra de 900 millones de dosis, con opción de otros 900 millones adicionales para finales de 2023
El exceso de vacunas contra el virus es un problema global; sin embargo, Europa se enfrenta a uno particularmente grande por la decepcionante aceptación de dosis de refuerzo que informó la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés). Datos muy negativos partiendo de que en mayo de 2021, Bruselas firmó un contrato con Pfizer y BioNTech para la compra de 900 millones de dosis, con opción de otros 900 millones adicionales para finales de 2023. Alrededor de la mitad o más de las primeras dosis aún no se han entregado porque la demanda disminuyó el año pasado y la Unión Europea no ha ejercido la opción adicional.
Tras varias negociaciones sobre las dosis no deseadas y cambios en el contrato de 2021, Bruselas se encuentra en una grave situación y en la mesa de negociación con Pfizer surge la posibilidad de una extensión del plazo de entrega de las dosis al segundo semestre de 2024, aunque todavía no hay un resultado final.
PREVISIONES
Las ventas anuales totales que prevén para este año son muy diferentes a las obtenidas en 2022, con una caída de más de 30 mil millones de dólares (27.538.094.080 euros). Por ello, desde la compañía han comenzado a focalizarse en otros tipos de proyectos que no tengan relación con la Covid y califican el 2023 como un "año de transición”. Este plan surge con un objetivo principal, escapar de la dependencia que han generado estos últimos años tanto de su vacuna como de su tratamiento antiviral, dos productos que han generado mucho beneficio pero que en algún momento iba a explotar.
Pfizer ha comenzado a focalizarse en otros tipos de proyectos que no tengan relación con la Covid y califican el 2023 como un "año de transición”
La disminución de los ingresos relacionados con la Covid no es la única mala noticia que ha anunciado Pfizer en este inicio de año. La farmacéutica perderá las protecciones de algunos de sus medicamentos más importantes en 2025, como el tratamiento contra el cáncer Ibrance y el medicamento para la artritis Xeljanz, provocando unas consecuencias económicas de 17 mil millones de dólares (15.606.352.896 euros) en ventas anuales entre 2025 y 2030.
Como principales medidas para intentar revertir la situación se encuentran: la compra de Global Blood Therapeutics Inc por 5.4 millones de dólares (4.957.312 euros) y la de Biohaven por 11.6 millones de dólares (10.649.041 euros); junto con la venta de su vacuna contra la Covid a través de los canales comerciales de Estados Unidos en la segunda mitad de 2023, en lugar de ofrecerlas al gobierno.