Los recientes brotes de mpox en África, que incluyen variantes del clado Ia y una nueva variante del clado Ib, están generando una gran preocupación entre la comunidad científica y los organismos internacionales sanitarios. A pesar de que el mpox ha sido endémico en varios países africanos durante años, estos brotes fueron en gran medida desatendidos por la comunidad internacional, con recursos limitados para combatir la enfermedad y con vacunas que permanecieron fuera del alcance de los países más afectados.
Esta patología, que anteriormente se extendió inesperadamente a países con muchos recursos, provocó una rápida movilización de recursos en esos territorios, con inversiones en vacunas, tratamientos experimentales y fuertes campañas de concienciación pública. Sin embargo, los brotes en África, donde la enfermedad continúa siendo endémica, no recibieron el mismo nivel de atención ni recursos internacionales.
En la actualidad, más de 17.000 casos de mpox, de los clados Ia, Ib y IIb, se han reportado en 12 países africanos en lo que va del 2024, lo que ha causado 517 muertes, una cifra que ya supera las víctimas del año anterior. El clado Ia, especialmente virulento en la República Democrática del Congo, ha afectado principalmente a niños menores de 15 años, con una tasa de letalidad del 3 al 5%.
Las lecciones aprendidas de brotes anteriores deben aplicarse ahora
La OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (AfCDC) han declarado estos brotes como emergencias de salud pública, instando a una respuesta urgente para detener la propagación de la enfermedad antes de que cruce más fronteras. Los expertos advierten que las lecciones aprendidas de brotes anteriores de enfermedades como el VIH, el ébola y la COVID-19 deben aplicarse ahora para evitar que el mpox se convierta en una pandemia global.
Para abordar este problema de salud global, un informe publicado en Journals Plos ha enfatizado que es fundamental que los países afectados reciban el apoyo técnico y financiero necesario para implementar medidas de salud pública eficaces, incluidas campañas de vacunación masiva, el refuerzo de la vigilancia epidemiológica y la mejora en las capacidades diagnósticas. La comunidad internacional, especialmente los países con más recursos que almacenan la mayoría de las vacunas contra el mpox, debe actuar con rapidez y solidaridad para evitar una crisis mayor.
En este sentido, los expertos también han enfatizado la necesidad de aumentar la inversión en investigación y desarrollo de mejores diagnósticos, tratamientos y vacunas, con una participación activa de investigadores africanos. A su vez, debe garantizarse la producción local de estos productos para asegurar la sostenibilidad a largo plazo de la respuesta en África.
El costo humano y económico de permitir que el mpox se propague podría ser catastrófico
El costo humano y económico de permitir que el mpox se propague y se vuelva endémico en nuevas áreas podría ser catastrófico. Según el documento, se estima que el brote de ébola de 2014-2016 costó 53 mil millones de dólares (48,8 mil millones de euros), y la pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto económico mucho mayor. Con los cambios climáticos y la invasión de zonas forestales, el riesgo de que nuevos patógenos o patógenos existentes se propaguen a zonas previamente no endémicas es cada vez mayor.
Por todo ello, es crucial que los líderes globales y regionales tomen medidas urgentes para frenar la propagación del mpox en África y evitar que esta crisis de salud pública se extienda a otras partes del mundo. Las herramientas y recursos existen; ahora se necesita voluntad política y liderazgo para aplicarlos de manera efectiva y equitativa.