En un mundo cada vez más enfocado en la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental, los mercados emergentes en la industria farmacéutica están surgiendo como centros de innovación y crecimiento, desafiando los límites establecidos y trabajando hacia objetivos sostenibles.
El informe de sostenibilidad de CPHI del 2024 destaca el papel crucial que desempeñan los mercados en Brasil y Arabia Saudí en la promoción de prácticas sostenibles y en la creación de un impacto positivo en el sector farmacéutico a nivel mundial. Estas regiones, conocidas por su dinamismo y su capacidad de adaptación, están abrazando la innovación y adoptando prácticas sostenibles en todas las etapas de la cadena de valor de la industria farmacéutica.
El mercado farmacéutico brasileño se encuentra en expansión a un ritmo rápido, con ingresos generados que alcanzarán los 20.180 millones de dólares (18.807 millones de euros) para fines de 2024. Se cree que la tasa de crecimiento del 6,6% (de 2024 a 2028) se debe a la creciente demanda de genéricos a medida que aumentan los costos de atención médica en todo el mundo, y a que Brasil tiene una fuerte capacidad de fabricación.
Es necesario tener presente la necesidad de una estrategia de sostenibilidad y protección del medio ambiente
Sin embargo, para que este crecimiento tenga lugar es necesario tener presente la necesidad de una estrategia de sostenibilidad y protección del medio ambiente. Brasil alberga el 60% de la selva amazónica y presenta un entorno único, que influye en el ecosistema global. La selva amazónica es parte integrante del equilibrio mundial en los ciclos del carbono y del agua. En la selva amazónica se almacenan entre 150.000 y 200.000 millones de toneladas de carbono, y los árboles de la selva liberan a la atmósfera 20.000 millones de toneladas de agua al día.
A pesar de su importancia, la región sigue enfrentando graves amenazas, y los esfuerzos de protección por parte del gobierno brasileño son inconstantes debido a los cambios en el liderazgo político. A pesar de la falta de dirección y cohesión en el gobierno brasileño, algunas empresas continúan reconociendo la importancia de los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), especialmente considerando la vital importancia de este área del mundo.
Las compañías farmacéuticas en Brasil están poniendo en marcha estrategias sostenibles destacadas, como lo ejemplifican dos estudios de caso. A través de prácticas ESG que enfatizan la prevención de la contaminación, el cumplimiento normativo y planes continuos de mejora. Sus estrategias se centran en la gestión del agua, los residuos, y el clima, carbono y energía, con certificaciones ISO 14001 y una sólida política interna de medio ambiente, salud y seguridad. Actualmente, están implementando un proyecto para la recolección y reutilización de aguas residuales, obteniendo resultados positivos en la reducción de su huella hídrica y en la gestión de residuos, incluyendo un programa de "cero vertedero" exitoso.
Por otro lado, Arabia Saudí está dando pasos significativos para consolidarse como un líder en la industria farmacéutica, al mismo tiempo que aborda el cambio climático desde múltiples frentes. El gobierno saudí colabora estrechamente con empresas farmacéuticas y otros organismos para crear oportunidades en la región con el objetivo de situarse como líder en biotecnología y productos farmacéuticos, y hacerlo haciendo especial hincapié en la sostenibilidad.
La estrategias clave de Arabia Saudi es su enfoque en la reducción de emisiones y la transición hacia fuentes de energía renovable
Según el informe de CPHI, en 2021 el mercado farmacéutico de Arabia Saudí tenía un valor de 10.849 millones de dólares (10.111 millones de euros), con una tasa de crecimiento prevista del 9,3%, se espera que alcance los 19.764,8 millones de dólares en 2028. Esta previsión se explica por su gran inversión en I+D en los últimos años. Como parte de su Estrategia Nacional de Biotecnología para alcanzar este sueño, su enfoque se centra en su plan “Visión 2030”. Esta estrategia se centra en el medio ambiente y en alejar la economía y la principal fuente de riqueza de la República de Arabia Saudí del petróleo y dirigirla hacia empresas más ecológicas, futuristas y responsables.
Una de las estrategias clave de Arabia Saudi es su enfoque en la reducción de emisiones y la transición hacia fuentes de energía renovable. Con más de 80 iniciativas en marcha, el país se ha comprometido a aumentar significativamente la capacidad de energía renovable para lograr que el 50% de la energía del país provenga de fuentes renovables para el año 2030.
Los planes incluyen la creación de capacidad a partir de nuevas fuentes de energía, la mejora de la eficiencia energética en todos los sectores y el desarrollo de un programa de captura y almacenamiento de carbono. Estas estrategias se incluyen en el Programa de Eficiencia Energética de Arabia Saudí (SEEP), que activa nuevos estándares de eficiencia energética en la generación de energía, la desalinización del agua y la transmisión y distribución de electricidad.
En este contexto, está llevando a cabo otras iniciativas para utilizar la captura de carbono para fabricar productos químicos de forma más sostenible, la gestión de residuos y un plan piloto de plantación de manglares, por nombrar algunas. Además, como parte de su visión a largo plazo, Arabia Saudi está invirtiendo en la optimización de plantas y en la diversificación de su economía hacia actividades más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.