La biotecnológica Kronos Bio, con sede en San Mateo, California, ha anunciado la descontinuación de su último activo clínico en etapa avanzada, istisosociclib, tras detectar eventos adversos neurológicos significativos en un ensayo de fase 1/2. Este inhibidor de CDK9, dirigido a pacientes con cáncer de ovario seroso resistente al platino, presentó un perfil de riesgo-beneficio desfavorable que llevó a la empresa a cesar su desarrollo.
De los siete pacientes tratados con 80 mg del fármaco, cinco experimentaron efectos secundarios como movimientos involuntarios, confusión y alucinaciones, lo que resultó en la suspensión del tratamiento en tres casos y reducción de dosis en dos más.
El director ejecutivo de Kronos Bio, Norbert Bischofberger, afirmó que, aunque el medicamento mostró beneficios en algunos pacientes, los riesgos asociados no justifican su desarrollo continuo. Ante esta situación, la compañía ha decidido explorar alternativas estratégicas para maximizar el valor para sus accionistas, incluida la posibilidad de asociar sus programas preclínicos de inhibidores de la lisina acetiltransferasa (KAT). Entre estos se destacan KB-9558, enfocado en mieloma múltiple y cáncer relacionado con el VPH, y KB-7898, orientado a la enfermedad de Sjögren.
La compañía ha decidido explorar alternativas estratégicas para maximizar el valor para sus accionistas
A pesar de las dificultades, Kronos mantiene su compromiso con la innovación en la etapa temprana de investigación. Según el director científico, Charles Lin, los programas de inhibidores p300 KAT parecen potenciales para restaurar la actividad supresora de tumores y reducir la inflamación en enfermedades autoinmunes. Sin embargo, la empresa deberá superar importantes desafíos financieros, ya que, aunque cerró septiembre con 124,9 millones de dólares en efectivo, planea implementar estrategias significativas de reducción de gastos para afrontar su situación actual.
Este ha sido un año complicado para Kronos, que ya se enfrentó dos rondas de despidos y la suspensión de otro activo, lanraplenib, dirigida al tratamiento de enfermedades autoinmunes. Además, la compañía mantiene una asociación con Genentech de Roche para programas de descubrimiento, que incluye un pago inicial de 20 millones de dólares (18 millones de euros) y potenciales hitos por más de 277 millones (262 millones de euros), lo que ofrece cierta esperanza de ingresos futuros.
Con el fin del desarrollo de istisosociclib, Kronos Bio enfrenta el reto de redefinir su estrategia para mantenerse relevante en el sector, ya sea a través de asociaciones estratégicas o la búsqueda de oportunidades en su portafolio preclínico.