Beta Bionics, está aumentando claramente sus ingresos gracias a las ventas de la bomba de insulina unida al software de dosificación automático que recibió la aprobación de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) recientemente.
Este sistema híbrido de circuito cerrado para el control de la diabetes ha conseguido tan buenos resultados que la compañía ha reunido un total de 100 millones de dólares (92,6 millones de euros) en financiación de capital serie D. Incorporándose nuevos inversores como Sands Capital y Omega Funds, a los ya conocidos Marshall Wace, Soleus Capital, Eventide Asset Management, Farallon Capital, Perceived Advisors, ArrowMark Partners, Pura Vida Investments y ciertos fondos administrados por RTW Investments.
"Esta importante inversión representa un poderoso voto de confianza en la misión de Beta Bionics de redefinir el control de la diabetes con tecnologías centradas en el usuario"
Esta última ronda de financiación supera claramente a la anterior, que consiguió 57 millones de dólares (52,7 millones de euros), sin embargo, no consigue alcanzar los 130 millones de dólares (120 millones de euros) de la ronda B entre los años 2018 y 2019. Según recoge Fierce Biotech, Beta Bionics utilizará esta gran cantidad de dinero no solo para impulsar el lanzamiento de su tecnología de páncreas artificial iLet, sino también para continuar desarrollando sistemas automatizados adicionales para las personas con diabetes.
"Esta importante inversión representa un poderoso voto de confianza en la misión de Beta Bionics de redefinir el control de la diabetes con tecnologías centradas en el usuario. Estamos ansiosos por superar los límites de lo que es posible ampliando el acceso al iLet Bionic Pancreas en todo Estados Unidos y desarrollando y probando aún más el páncreas biónico bihormonal", apuntó el director ejecutivo, Sean Saint.
Concretamente, el software de la tecnología iLet recopila y analiza lecturas de azúcar en sangre de un CGM Dexcom y luego utiliza esos datos para ajustar automáticamente la producción de la bomba de insulina en función de las necesidades de glucosa en tiempo real.
“Estas simplificaciones proporcionarán a la comunidad de diabetes tipo 1 opciones y flexibilidades adicionales para el control de la diabetes y pueden ayudar a ampliar el alcance de la tecnología de dosificación automatizada"
La principal diferencia entre esta tecnología y otros sistemas de circuito cerrado es que no requiere que los médicos programen los parámetros en el software de dosificación, el “páncreas biónico” de Beta consigue trabajar a través del peso del usuario. Además, reduce aún más la curva de aprendizaje asociada al control de la diabetes y los cálculos de dosis de insulina al reemplazar los recuentos estándar de carbohidratos con una pregunta de opción múltiple.
“Estas simplificaciones proporcionarán a la comunidad de diabetes tipo 1 opciones y flexibilidades adicionales para el control de la diabetes y pueden ayudar a ampliar el alcance de la tecnología de dosificación automatizada de insulina”, apuntó Jeff Shuren, director del Centro de Dispositivos y Salud Radiológica.