Después de años de estancamiento en el precio de los medicamentos por parte del gobierno estadounidense, la situación podría cambiar esta semana con la aprobación de un proyecto de ley que permetiría negociar el precio de los fármacos. Aunque la medida todavía no tiene la luz verde del Senado, los analistas ya están estudiando los detalles del proyecto de ley para conocer cómo puede afectar a los gigantes de la industria farmacéutica.
Eli Lilly, AstraZeneca, Johnson & Johnson y AbbVie, entre otros, están particularmente expuestos a esta propuesta de negociación de Medicare, han asegurado analistas de SVB Securities según informa Fierce Pharma. Y es que estas compañías venden varios medicamentos contra el cáncer y la diabetes en Medicare.
Si se aprueba la legislación, Medicare podría controlar el precio de 10 medicamentos en 2026. Una cifra que aumentaría hasta los 60 en 2029. Los fármacos serían elegibles para ser incluidos en las negociaciones con Medicare en nueve-trece años y dependería de si son fármacos small-molecule o fármacos biológicos. Sin embargo, como las industrias farmacéuticas a menudo tienen periodos más largos de exclusividad, el proyecto de ley podría poner en riesgo las ganancias producidas por la venta rentable de fármacos.
"Nos preocupa el impacto negativo de la ley propuesta para la innovación y financiación del futuro asociado a algunos de los fármacos más beneficiosos para los usuarios de Medicare"
Algunos de los fármacos que podrían sufrir algún recorte son Darzalex (fármaco de Johnson & Johnson para el mieloma múltiple) y Tagrisso y Calquence (terapias contra el cáncer de AstraZeneca).
“Nos preocupa el impacto negativo de la ley propuesta para la innovación y financiación del futuro asociado a algunos de los fármacos más beneficiosos para los usuarios de Medicare. No solo se recortarían los beneficios económicos de muchos fármacos tras la pérdida de exclusividad, sino que también se perdería la voluntad de innovar y desarrollar nuevos fármacos”, han asegurado los analistas de SVB.
Esta medida no afectaría en exceso a Merck, una vez que Keytruda, su fármaco estrella contra el cáncer, tendría otros biosimilares en 2028.
A la espera de que la propuesta entre en receso a finales de esta semana, la incertidumbre aún envuelve el proyecto de ley. Con todo, la industria farmacéutica ya se ha manifestado en contra. Así, la presidenta y CEO de la Organización de Innovación Biotecnológica, Michelle McFlurry-Heath, ha defendido que la propuesta está “errónea” y que “perjudicará a los pacientes y ancianos que es a quien los legisladores aseguran estar ayudando”.