A la farmacéutica Grifols le están saliendo muy caras las noticias negativas que rodean a su participada Aradigm en Estados Unidos. Y es que, ahora su filial americana ha presentado una solicitud de bancarrota ante el Tribunal de Quiebras del país estadounidense, el semejante al concurso de acreedores en España.
El pasado 11 de febrero la compañía, de la que Grifols posee un 35,14% desde que comprara los derechos de uno de sus fármacos en investigación, anunció que no disponía de los fondos suficientes para hacer frente a todas sus obligaciones financieras, por lo que no tuvo otra opción que presentar la solicitud de bancarrota.
El año pasado, nada menos que ocho bufetes de abogados estadounidenses anunciaron una demanda colectiva contra Aradigm
La dirección de Aradigm respaldó esa decisión de manera unánime y autorizó a la compañía a solicitar protección en base al Capítulo 11 del Código de Quiebras de Estados Unidos.
Ante esta situación, la compañía ha anunciado que va a iniciar un proceso por el cual venderán todos sus activos. Así, la cuantía obtenida se repartirá entre los acreedores y, en el caso de que generase algún excedente, se distribuirá entre los accionistas.
El año pasado, nada menos que ocho bufetes de abogados estadounidenses anunciaron una demanda colectiva contra Aradigm. Concretamente, en las denuncias se acusaba a la compañía de un posible fraude a los accionistas por violar la Ley del Mercado de Valores en Estados Unidos por no informar con veracidad a sus accionistas de la marcha de los estudios clínicos llevados a cabo con Pulmaquin.