El 2018 no ha sido precisamente un buen año para Roche, que no ha dejado de acumular problemas y preocupaciones.
Todo comenzó con su fármaco Zelboraf contra el melanoma. Y es que, los medicamentos orales, Encorafenib y Binimetinib, de Array BioPharma resultaron ser hasta dos veces más efectivos para el tratamiento del cáncer en la piel.
Según los datos de un estudio del Massachusetts General Hospital Cancer Center en Boston, los fármacos de Array BioPharma mantuvieron vivos a pacientes con melanoma avanzado asociado a una mutación genética común durante casi tres años. Por su parte, para el fármaco Zelboraf de Roche la media de supervivencia global es de 16,9 meses para los pacientes que recibieron el tratamiento.
La compañía también ha sido cuestionada por el precio de sus medicamentos oncológicos por ser demasiado elevados
Los problemas de la farmacéutica continuaron cuando Rusia abrió una investigación penal contra algunos de sus exempleados por su supuesta implicación en la venta ilegal de fármacos contra el cáncer. Según la investigación, estas personas robaron y vendieron Rituximab, un anticuerpo monoclonal contra el cáncer, de las marcas MabThera (producida sólo por Roche) y Acellbia en el mercado negro por un total de 81.000 euros.
Poco después, Hemlibra, su fármaco para prevenir episodios de sangrado en pacientes con hemofilia A, fue relacionado con la muerte de cinco pacientes; y seguidamente, Reino Unido rechazó el fármaco de la compañía indicado para la esclerosis múltiple, Ocrevus.
VARIAS ALERTAS CONTRA SUS TIRAS REACTIVAS DE GLUCOSA
Pero, una de las culpables del mal año de Roche, han sido sus tiras reactivas de glucosa. En varias ocasiones,la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) retiró del mercado varios lotes de tiras reactivas para la determinación de glucosa en sangre, debido a que podían generar resultados sesgados o errores tras la inserción de las mismas.
También las bombas de insulina 'Accu-Chek Insight' fabricadas por Roche Diabetes Care, han sido protagonistas. Y es que, la Aemps también emitió una alerta del riesgo de reacciones adversas como consecuencia de las fugas de insulina tras cambiar el cartucho precargado de la bomba.
A lo largo del año, Roche también se ha topado con la justicia estadounidense. Y es que, precisamente, Roche junto con otras compañías como Pfizer y General Electric fueron acusadas de financiar al terrorismo iraquí. En una demanda, las compañías fueron acusadas de sobornar a funcionarios del Ministerio de Salud de Iraq para ganar así contratos de productos farmacéuticos y dispositivos médicos en el país.
DESPIDOS EN SU UNIDAD GENENTECH
También han tenido cabida los despidos de trabajadores en Genentech, una unidad de la compañía farmacéutica. En este caso, la filial despidió a 223 empleados que realizaban sus funciones en California.
De igual modo, la compañía también ha sido cuestionada por el precio de sus medicamentos oncológicos por ser demasiado elevados y ha sido acusada de difundir supuestamente "información falsa y engañosa" para sembrar confusión sobre los biosimilares en Estados Unidos.
En esta línea, precisamente, a su medicamento contra el cáncer, Rituxan, le salió un nuevo competidor cuando la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó Truxima de la compañía Celltrion, el primer biosimilar del medicamento de Roche.
Merck también se ha convertido en una de las pesadillas de Roche este año. Y es que, la compañía le arrebató el mercado inmuno-oncológico cuando a finales del pasado mes de noviembre, la FDA dio luz verde a Keytruda de Merck, combinado con la quimioterapia, como un tratamiento para los pacientes con CPNM escamosos no tratados previamente, independientemente de los niveles de su biomarcador específico, PD-L1.