La compañía de implantes cerebrales del multimillonario Elon Musk, Neuralink, ha estado señalada desde sus inicios, sin embargo, este 2023 ha sido el año de su irrupción en el mercado. A finales de mayo la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) dio luz verde a su primer ensayo clínico en humanos, un hito inesperado tras los continuos varapalos que habían sufrido.
Desde la cuenta de ‘X’, también propiedad de Musk, la compañía biotecnológica calificó la aprobación como “un primer paso importante que permitirá que esta tecnología ayude a muchas personas”. Desde su creación han recalcado que el objetivo de Neuralink con esta interfaz cerebro-computadora tiene como objetivo ayudar a las personas que padecen autismo, depresión o esquizofrenia.
Tras el impactante anuncio de la decisión de la FDA, la compañía especializada en neurotecnología consiguió recaudar un total de 280 millones de dólares (253 millones de euros) en una ronda de financiación gracias a la empresa de capital de riesgo Founders Fund del fondo de Peter Thiel, que ya participaba en otras compañías de Elon Musk como SpaceX.
Los sujetos que buscan desde Neuralink para el ensayo deben ser pacientes que hayan sufrido una parálisis debido a una lesión de la médula espinal cervical o esclerosis lateral amiotrófica
Una inyección económica que les permitirá afrontar los gastos del nuevo ensayo PRIME (Precise Robotically Implanted Brain-Computer Interface), que tiene como objetivo evaluar tanto la seguridad como la funcionalidad de los implantes cerebrales. En cuanto al propio funcionamiento del dispositivo, se trata de un microchip cerebral que contiene unos hilos pequeños que a través de electrodos mandan señales neuronales. Además, de cara al proyecto final, la compañía pretende que este dispositivo se conecte con una especie de interruptor que se coloque detrás de la oreja para que a través de conexión Bluetooth pueda conectarse al móvil.
Los sujetos que buscan desde Neuralink para el ensayo deben ser pacientes que hayan sufrido una parálisis debido a una lesión de la médula espinal cervical o esclerosis lateral amiotrófica. Aunque todavía no se conoce el número exacto que se inscribirán sí que han comunicado que tendrá una duración de aproximadamente seis años para tratar de otorgar a las personas la capacidad de controlar el cursor o el teclado de un ordenador utilizando únicamente sus pensamientos.
LUCES Y SOMBRAS
A pesar de haber dado un salto muy grande con la aprobación de la FDA para iniciar el ensayo, la apuesta sanitaria de Elon Musk se caracteriza por estar continuamente en el punto de mira. Tras la campaña inicial en la que mostraban a un mono jugando a videojuegos a través de la actividad neuronal, legisladores estadounidenses instaron a los reguladores a investigar si los involucrados en la supervisión de los animales de este experimento habían contribuido a ocultar experimentos fallidos y apresurados.
Cuatro legisladores estadounidenses han pedido a la Comisión de Bolsa y Valores que investigue si el multimillonario Elon Musk cometió fraude de valores al supuestamente engañar a los inversores
En esta misma línea, el Departamento de Transporte de Estados Unidos acusó a Neuralink de haber transportado ilegalmente patógenos peligrosos en chips extraídos de cerebros de los monos sin las medidas oportunas, y la Oficina del Inspector General del Departamento de Agricultura del país norteamericano también les acusó por posibles violaciones del bienestar animal.
Acusaciones que han terminado desencadenando que el mes pasado cuatro legisladores estadounidenses han pedido a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC por sus siglas en inglés) que investigue si el multimillonario Elon Musk cometió fraude de valores al supuestamente engañar a los inversores sobre la seguridad de su implante cerebral desarrollado por Neuralink.