Esta semana la compañía ViiV Healthcare ha organizado las XXVIII Jornadas ViiV para ONG con el título ‘Aprendiendo del pasado, mirando hacia el futuro. Un camino de avances y comunidad’. En ellas, más de 50 representantes de estas entidades han repasado los principales logros del activismo en VIH, los retos que plantea el futuro del cuidado a las personas con VIH y herramientas para superarlos.
En los últimos cuarenta años, la comunidad de entidades de VIH ha sido motor de cambio y germen de otros movimientos sociales. Comenzaron por la vida, ya que en ese momento era realmente cuestión de vida o muerte. Con el paso del tiempo, se han alcanzado hitos como el acceso en la sanidad pública a tratamientos de reparación facial por efecto adverso de fármacos que ya no se usan, o los más recientes programas de pares.
Otro de los logros es el reconocido “indetectable=intransmisible”. Es decir, haber dado a conocer que las personas con VIH no detectable en sangre no transmiten el virus. Durante las Jornadas, Carmen Martín, coordinadora de la Asociación Cántabra Antisida, ha explicado la importancia de que este mensaje cale en la sociedad para acabar con el estigma y la discriminación.
"Algunos jóvenes tienen, en parte, muy interiorizado el estigma, lo aceptan como inevitable”
Después de tanto tiempo trabajando por los derechos y reivindicando las necesidades de los pacientes, la realidad de las personas con VIH ha cambiado. Una proporción no desdeñable de nuevos diagnósticos es en personas migrantes, lo que hace que las ONG aboguen por tener a mediadores comunitarios en salud que generen un reflejo en estas personas.
La evolución del VIH de infección aguda a crónica ha provocado la convivencia de personas con VIH de edad avanzada, con necesidades propias de la edad, con jóvenes recién diagnosticados que buscan referentes nuevos en su sociedad y sus formas de comunicarse. Por eso las necesidades de las diferentes generaciones de personas con VIH, y cómo el activismo se va adaptando a ellas, ha centrado otra de las mesas de las Jornadas.
Los jóvenes, por otra parte, necesitan un impulso para acercarse al activismo. Así lo ha manifestado Oliver Marcos, educador del Comité Ciudadano Antisida de Salamanca, secretario general de CESIDA. Diagnosticado en 2018 con 26 años, como representante de las nuevas generaciones del activismo, ha manifestado que “algunos jóvenes tienen, en parte, muy interiorizado el estigma, lo aceptan como inevitable”.
Por último, todos los participantes realizaron un taller en el que se han analizado los retos del cuidado al VIH como punto de partida para plantear oportunidades y acciones para seguir avanzando juntas, aprendiendo de lo conseguido.
José Martín Herrero, director médico de ViiV Healthcare España, ha querido poner en valor la celebración de un foro que cumple ya 28 años y que “refuerza nuestro compromiso con las personas con VIH, pero también con su entorno más próximo. Estos puntos de encuentro son vitales, así como la formación y profesionalización continua de las entidades de base comunitaria de cara a garantizar una mejor calidad de vida a las personas con VIH”.