Gilead Sciences ha abierto el plazo para la presentación a la ‘3ª Edición Becas Gilead-PRO’. Esta es una iniciativa con la desde la compañía buscan impulsar la investigación científica y tecnológica y educación médica centradas en cuantificar el estado de salud de las personas con VIH.
El plazo para presentar las propuestas se abre hoy, viernes 19 de abril, y se extiende hasta el próximo 20 de mayo de 2024, pudiendo presentar un máximo de dos proyectos por centro asistencial sanitario. Además, solo se podrá conceder una subvención a un proyecto por centro. El plazo de ejecución de los proyectos no debe superar los 24 meses.
En esta tercera convocatoria, las becas cuentan con una dotación total de 150.000 euros, estableciéndose un límite máximo de financiación de 30.000 € por proyecto. Como explica Marisa Álvarez, Exec. Director, Medical Affairs de Gilead en España, “con esta tercera edición, reafirmamos nuestro compromiso continuo y dedicación inquebrantable para hacer frente ala pandemia de VIH”.
“Nuestra misión persiste en promover proyectos que tengan por objeto fomentar el uso de herramientas que favorezcan la escucha activa del paciente"
La selección de los proyectos becados la llevará a cabo un Comité Evaluador de carácter multidisciplinar y estará formado por reconocidos especialistas en VIH, investigadores o clínicos que actuarán de forma independiente evaluando los proyectos en función de su calidad científica y metodológica. Además, contará con la presencia de dos representantes de dos organizaciones no gubernamentales independientes y con amplio conocimiento de la realidad actual del VIH, quienes evaluarán los proyectos. La resolución se comunicará con fecha límite 30 de septiembre de 2024.
Todo este proceso es para confirmar que estos están alineados con las necesidades y prioridades actuales de los pacientes, así como con el 4.º objetivo estratégico del Plan de prevención y control de la infección por el VIH y las ITS 2021-2030 en España.
“Nuestra misión persiste en promover proyectos que tengan por objeto fomentar el uso de herramientas que favorezcan la escucha activa del paciente, que recojan las preocupaciones e inquietudes que están impactando de forma directa e indirecta en su estado de salud. De esta manera, será realmente factible conseguir una notable mejora en la calidad de vida a largo plazo de las personas con VIH”, concluye Álvarez.