El fabricante de dispositivos médicos Stryker ha anunciado este lunes un acuerdo para adquirir Inari Medical, una compañía especializada en dispositivos para tratar enfermedades venosas, por un valor total de 4.900 millones de dólares (4.707,78 millones de euros) en una transacción completamente en efectivo.
Esta adquisición refuerza la estrategia de Stryker para ampliar su oferta en el tratamiento de la tromboembolia venosa, una condición en la que se forman coágulos de sangre en las venas, así como otras enfermedades vasculares. Según los términos del acuerdo, Stryker pagará 80 dólares (76,86 euros) por acción de Inari, según ha informado Reuters.
La noticia tuvo un impacto inmediato en los mercados, con un aumento superior al 30% en las acciones de Inari durante el horario de negociación y un 21% adicional tras el cierre. Antes de este anuncio, las acciones de Inari habían registrado una caída del 21% en los últimos 12 meses, superando el desempeño general del índice S&P 500 Health Care Equipment.
Las acciones de Inari Medical aumentaran más de un 30% tras conocerse el acuerdo
El acuerdo llega en un momento en que la demanda de dispositivos de implantes médicos está en auge en Estados Unidos, impulsada por un aumento de procedimientos quirúrgicos entre adultos mayores que habían sido postergados durante la pandemia de Covid-19.
En su informe trimestral más reciente, Inari reportó un crecimiento de ingresos del 21%, aunque aún enfrenta pérdidas operativas, registrando 13,6 millones de dólares (13,07 millones de euros) en el tercer trimestre. Sin embargo, la compañía anticipa alcanzar el punto de equilibrio financiero al cierre del cuarto trimestre gracias a la sólida demanda de sus dispositivos.
Por otro lado, Stryker, con sede en Michigan y un valor de mercado estimado en 138 mil millones de dólares (132,5 mil millones de euros), es líder en la fabricación de dispositivos médicos para ortopedia, neurotecnología y procedimientos de columna. Asimismo, en su último informe financiero, la compañía revisó al alza su pronóstico de ganancias anuales, respaldada por la fuerte demanda de sus productos y el aumento en los volúmenes de procedimientos quirúrgicos.
En la transacción, Stryker fue asesorado por Citi y el bufete de abogados Sidley Austin, mientras que Inari contó con el apoyo de Morgan Stanley y el despacho Wachtell, Lipton, Rosen & Katz.