La gran crisis del coronavirus afectó a los mercados y, en concreto, a las empresas cotizadas de la industria farmacéutica.
Ahora, los problemas que trajo consigo la pandemia parecen disiparse y el ‘farma’ español goza de un momento ‘dulce’ en la Bolsa, aunque lejos de los tamaños que tienen los gigantes del sector en Europa y Estados Unidos. La progresiva normalización de las consultas médicas y las cirugías tras el parón por la Covid-19 han contribuido a que las cotizadas nacionales hayan aumentado sus ingresos conjuntos un 12% hasta sumar 4.125 millones en el primer semestre del año.
No obstante, a algunas les está yendo mejor que a otras.
Dos años después de su debut en el IBEX 35, el pasado mes de junio Almirall fue expulsada del selectivo español. La noticia no pilló por sorpresa a la farmacéutica, ya que antes de que el Comité Asesor Técnico (CAT) del IBEX anunciara su decisión, todo apuntaba a que Almirall sería una de las compañías damnificadas y tenía todas las papeletas para salir. Y es que en lo que va de año la compañía ha bajado un 6,5% con un valor en Bolsa de 1.870 millones de euros.
De hecho, tras anunciar sus resultados del primer trimestre que revelaron una disminución de su beneficio neto del 31,5% respecto al mismo periodo de 2021, la farmacéutica lideró las caídas y su precio cayó hasta un 6,7% llegando a cotizar por debajo de 11 euros (mínimos desde marzo) y cuando se conoció su marcha del gran selectivo, el mercado le castigo con pérdidas de en torno al 7%.
Las farmacéuticas que cotizan en el parqué español han aumentado sus ingresos conjuntos un 12% en el primer semestre del año, hasta alcanzar los 4.125 millones de euros
En esta misma línea se sitúa Laboratorios Rovi que no logra 'coger el vuelo' desde su estreno en el parqué el pasado mes de diciembre. En lo que va de año, la farmacéutica se posiciona como el tercer peor valor de la Bolsa y ha caído por encima de un 27%. Concretamente, en estos seis primeros meses de 2022, ha perdido ya cerca de un 18% de su valor en el selectivo. Los números rojos han sido protagonistas y la compañía acumula caídas anuales del 26,2%.
Uno de los lastres que ha mantenido a la farmacéutica en el atolladero bursátil fue la venta de acciones de sus dueños. En marzo, los López-Belmonte, a través de su vehículo Norbel Inversiones, anunciaron una colación acelerada de 2,803 millones de sus acciones, representativas del 5% del capital social. Poco después, en abril, vendieron en bloque 560.690 nuevas acciones, representativas del 1% de su capital.
Además, la retirada por parte del Ministerio de Sanidad de un lote de vacunas Covid-19 de Moderna fabricadas por la compañía por la "presencia de un cuerpo extraño en el interior de un vial" también afectó a Rovi en el parqué español.
El día de la publicación de sus cuentas, la farmacéutica retrocedió hasta un 8,1%. Desde entonces se ha desplomado un 16,44% y ha agrandado su caída del año pasando del 22,43% que sufría antes del anuncio de los resultados al 32,18%. Es ya la segunda firma más bajista del Ibex en 2022, colocándose su acción en mínimos del año y niveles de mayo del 2021.
También en decadencia se encuentran las acciones de Oryzon Genomics en el Mercado Continuo, que se dejan en torno al 3-4%. Y es que, pese a reducir sus pérdidas un 10,2% en el primer trimestre del año en comparación con el mismo periodo del año anterior, la compañía no levanta cabeza.
De hecho, tal y como notificó la empresa en el informe de resultados remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), registró pérdidas por valor de 1,63 millones.
GRIFOLS, LA MÁS BAJISTA DE TODO EL SELECTIVO ESPAÑOL
De este lado también encontramos a la catalana Grifols. Su alto endeudamiento continúa generando gran incertidumbre y temor entre los bonistas. Con una deuda neta que, en su última actualización financiera de finales de diciembre de 2021, alcanzaba los 5.828 millones de euros y elevaba su ratio de endeudamiento hasta las 5,4 veces, Grifols vio como el precio de sus bonos se hundía durante los primeros meses de 2022.
El pasado mes de junio sus bonos continuaron desplomándose pese al descuento ya aplicado a los mismos durante el primer periodo del año y el precio tocó fondo alcanzando niveles de cotización solo vistos durante las primeras semanas de la pandemia de la Covid-19, en marzo de 2020.
A finales del pasado mes de abril, Grifols también suspendió el pago del dividendo a sus accionistas hasta que el endeudamiento caiga por debajo de cuatro veces el Ebitda, algo que se espera que ocurra en 2024.
En resumen, la cotización de la farma catalana se sitúa ya en mínimos anuales y niveles de febrero de 2013, al presentar unos resultados que retroceden. Con una caída del 19,7% desde que se conociesen sus cuentas del segundo trimestre del año, la firma abulta su caída anual al 22,4% y se coloca como la cuarta con mayores pérdidas del IBEX en el ejercicio. De hecho, Grifols cerró julio siendo la empresa más bajista de todo el selectivo español.
Por su parte, quien mejor se ha comportado es PharmaMar, que sigue recogiendo los frutos de sus resultados anuales y se ha colocado como la compañía del IBEX 35 con el mejor beneficio por acción.
No obstante, pese a que PharmaMar es la única del sector español que aún resiste en positivo en el año, la farmacéutica no fue capaz de plasmar la misma conducta en los resultados de su actividad. En el primer semestre de 2022, la firma ganó hasta un 19% menos con respecto al mismo periodo de 2021. Esto llevó a la acción de PharmaMar a desplomarse más de un 13% en bolsa en solo una sesión. El pasado 27 de julio, día anterior a la publicación de resultados, el valor coronaba el club de las 35 en el ejercicio con ganancias de hasta el 29,4%.