El índice Nikkei, principal referencia de la Bolsa de Tokio, ha registrado una caída del 12,4% en las últimas tres sesiones, las peores desde el desastre nuclear de Fukushima en 2011. Este descenso se produjo tras la decisión del Banco de Japón de aumentar los tipos de interés y reducir los estímulos monetarios, fortaleciendo el yen y afectando negativamente a las exportaciones japonesas debido a la debilidad económica de Estados Unidos. El 11 de julio, el Nikkei alcanzó un máximo intradía de 42.426,77 puntos, y desde entonces ha caído más del 25%.
Otros mercados asiáticos también han experimentado caídas significativas debido al temor de un debilitamiento mayor de lo esperado de la economía estadounidense. La reciente desaceleración del mercado laboral en EE.UU. ha generado inquietud sobre una posible respuesta más agresiva de la Reserva Federal en su política monetaria, provocando que los inversores se reposicionen en el mercado.
Los riesgos de recesión de la economía en Estados Unidos han golpeado a las bolsas asiáticas, que ahora trasladan los temores a los índices europeos. Esto ha provocado que el Ibex 35 se desplome nada más abrir, con una bajada de un 2,87%, por debajo de los 10.400 puntos. Pasado el mediodía se situaba en un 2,6% con todos sus valores en negativo.
La cotización de las acciones de Rovi, ha experimentado una caída del 3.29%
El sector farmacéutico no ha quedado exento de sufrir consecuencias por esta ola que se cierne sobrelas compañías europeas. La cotización de las acciones de Laboratorios Farmacéuticos Rovi ha experimentado una caída del 3,29%, situándose en 76,50 euros, lo que representa una disminución de -2,60 euros respecto al cierre anterior de 79,10 euros. Esta caída en el precio de las acciones refleja varios factores recientes que han afectado la percepción del mercado sobre la empresa.
Este es un duro golpe para la farmacéutica, la cual, ya durante el primer trimestre de 2024, reportó una disminución del 25% en sus ingresos operativos en comparación con el mismo periodo de 2023, especiamente devido a la caida en la fabricación de la vacuna contra la Covid-19. Los ingresos se situaron en 151,2 millones de euros.
Esta no es la única farmacéutica que ha sufrido las consecuencias del hundimiento de las Bolsas Asiáticas. La empresa Grifols, que durante este año no ha parado de tener traspiés, ha sufrido una caída del 4,58% a la espera de fluctuaciones hasta que se cierre la jornada. Durante la mañana, el precio ha caído de 8,86 euros a los 8,37 euros. Pese a que la compañía logró recuperarse hasta alcanzar un máximo intradía de 8,75 euros, el precio se ha mantenido en descenso, llegando hasta los 8,46 euros por acción, lo que representa una pérdida de 0,41 euros.