La farmacéutica suiza Roche, ha presentado los resultados financieros pertenecientes a 2023, entre los que se destacan uno beneficio neto atribuido de 11.498 millones de francos suizos (12.327 millones de euros) en 2023, lo que equivale a un retroceso del 7,4% en comparación con el año previo. Una tendencia que se repite en las ventas de 60.441 millones de francos (64.796 millones de euros), que supone un 8,2% menos, muy influenciado por el desinterés en productos relacionados con la Covid-19.
La pandemia supuso un antes y un después en el panorama mundial en muchos términos, entre ellos, el económico. Las empresas que decidieron invertir en productos relacionados con este virus cosecharon un gran éxito durante los primeros meses, provocando un aumento nunca antes visto en los resultados financieros, tanto en sus ventas como en el beneficio final. Sin embargo, a medida que el brote de coronavirus ha pasado a la fase endémica, estas empresas han sufrido una caída financiera, que ha ido de la mano de la escasa demanda de este tipo de productos.
Roche ha anunciado un beneficio neto atribuido de 12.327 millones de euros en 2023, lo que equivale a un retroceso del 7,4% en comparación con el año previo
Como principal consecuencia de la presentación de los resultados del 2023, Roche registró en la jornada del jueves una caída en el valor de sus acciones del 4%. Además, ante este panorama, las expectativas para el 2024 también se han visto influenciadas, bajando aún más de lo ya anunciado.
El anuncio de los resultados ha llegado en un mal momento para la compañía, ya que recientemente han anunciado la eliminación de su cartera de varios candidatos de fase 1 y 2 de oncología y neurología como parte, según Roche, de una serie de “compensaciones” destinadas a “aumentar el valor general de la cartera”.
El basmisanil es uno de los candidatos que Roche está desechando, en concreto, el fabricante de medicamentos probó el modulador alostérico negativo del receptor GABAA α5 en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular isquémico y esquizofrenia entre 2016 y 2019. El descubrimiento de un biomarcador EEG de dup15q, un trastorno del desarrollo, despertó el interés en el tratamiento del síndrome reduciendo la actividad de GABA en el cerebro y llevó a Roche comenzar a inscribir pacientes en un ensayo de fase 2 en 2022. Sin embargo, dos años después y tras no cumplir con los objetivos planteados, han decidido finalizar la investigación.
El anuncio de los resultados ha llegado en un mal momento para la compañía, ya que recientemente han anunciado la eliminación de su cartera de varios candidatos de fase 1 y 2 de oncología y neurología
Otro de los desechos de Roche se centra en balovaptan, un antagonista del receptor de vasopresina V1A de molécula pequeña que previamente llegó a fase 3 en el trastorno del espectro autista, sin embargo, fracasaron. Meses después el fabricante de medicamentos volvió a intentarlo, iniciando un estudio de fase 2 sobre el trastorno de estrés postraumático, que Roche terminaría cerrándolo de nuevo.
En el ámbito de la oncología, Roche ha suprimido tres candidatos de fase 1 de su cartera. Tras haber dejado de lado al candidato FAP-IL-2v, Roche ha desechado de su cartera en el cuarto trimestre el prospecto de tumor sólido FAP-CD40 RG6189. En cuanto a los otros dos activos oncológicos se tratan del anticuerpo biespecífico RG6156 EGFRvIIIxCD3, que Roche estaba estudiando en cáncer de cerebro, y otro biespecífico diseñado para unirse a HLA-G en células tumorales y a CD3 en células T.