En los meses de verano, la compañía farmacéutica Roche ha tenido que afrontar numerosos traspiés. Esto ha provocado que con la llegada de septiembre su comportamiento bursátil muestre una tendencia mayormente bajista con algunos repuntes moderados. Estos movimientos en la bolsa suiza provocaron una caída de su valor del 5,88% cerrando el 30 de septiembre en 270,60 francos suizos (CHF) (287,81 euros) representando una caída de 16,9 puntos con respecto a su valor al cerrar el mes de agosto.
A principios del mes, el 3 de septiembre, las acciones cayeron un 2,40%, cerrando en 280,80 francos suizos (298,66 euros), lo que reflejó un impacto considerable tras la caída del 1 de septiembre. Posteriormente, el 26 de septiembre, se registró una caída del 3,33%, con las acciones cerrando en 270,60 CHF (287,81 euros). A pesar de pequeñas subidas en las que Roche intentó recuperarse, su mayor repunte fue solo del 0,99% el 13 de septiembre, que llevó la acción a 265,60 francos suizos (282,49 euros). Con estas pequeñas subidas, la compañía no pudo hacer frente a los constantes descensos.
Roche comenzó el mes de septiembre con una caída de sus acciones del 2,40%, cerrando en 298,66 euros
El valor de las acciones de Roche osciló entre los 255,30 CHF y los 288,20 CHF (los 271,54 y los 307,18 euros) durante el mes, con una media de 269,02 CHF (286,13 euros). La situación de las acciones de Roche en octubre continúa reflejando un panorama negativo, consolidando la tendencia bajista observada en septiembre. En los primeros días del mes, las acciones han mostrado caídas adicionales, como la del 1 de octubre, donde se produjo una caída del 2,07% cerrando el valor de la acción en 265 CHF (281,85 euros). A su vez, el 4 de octubre el valor cerró en 258,50 francos suizos (274,94 euros), con una disminución del 1,66% respecto al día anterior. Este comportamiento negativo no solo se limita a una jornada aislada, sino que parece ser parte de un patrón más amplio de desconfianza entre los inversores.
El volumen de operaciones fue fluctuante a lo largo de septiembre, alcanzando un total de 31,03 millones de acciones negociadas durante el mes. Este volumen se vio especialmente impulsado por las situaciones críticas a las que tuvo que hacer frente la empresa, que provocaron grandes movimientos en la actividad de los inversores.
En los meses de verano, Roche amplió la información sobre su reajuste en su plantilla en España, con la intención de implementar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a casi 200 empleados en sus divisiones de diagnóstico y diabetes. Este movimiento se traduce en una reducción neta de cincuenta puestos de trabajo. Esta reestructuración sigue a otros despidos en el pasado reciente, incluyendo una reducción de 345 empleados el pasado mes de febrero.
LA I+D EN CAÍDA LIBRE
A esta situación laboral complicada se suma la reciente decisión de Roche de paralizar su ensayo clínico SKYSCRAPER-06, relacionado con su nueva inmunoterapia para el cáncer de pulmón. Los resultados del estudio no lograron demostrar un beneficio significativo en comparación con otro tratamiento ya establecido, lo que ha llevado a la compañía a calificar la situación como "decepcionante".
Adicionalmente, Roche ha tomado la difícil decisión de descartar una terapia génica para la enfermedad de Pompe, tras evaluar el panorama competitivo del sector. Esta decisión se suma a la cancelación de otros ensayos clínicos que, según informes, no han alcanzado los objetivos esperados. Estos cambios reflejan un intento de la empresa por ajustar su cartera de productos ante un entorno desafiante, pero también generan incertidumbre sobre su capacidad para innovar y mantenerse competitiva en el mercado.
Por si fuera poco, el reciente ensayo de la compañía sobre una píldora experimental contra la obesidad ha generado más preocupación. A pesar de las altas expectativas iniciales, los resultados han indicado una tasa de efectos secundarios más elevada de lo previsto. Los analistas advierten que este revés podría frenar el optimismo de los inversores respecto a la franquicia de Roche en el tratamiento de la obesidad, complicando aún más la situación financiera de la compañía. Con estos desafíos acumulándose, Roche enfrenta un horizonte incierto que podría poner en riesgo su posición en el competitivo sector farmacéutico.