La industria química fue una de las afectadas por la crisis energética de 2022 y 2023. Un sector cuya producción requiere de materias primas derivadas del petróleo y un alto consumo energético, provocando así, que sufriera un importante deterioro de sus costes.
En base al último informe difundido por Crédito y Caución, 2024 ha sido un punto de inflexión para el sector. La aseguradora de crédito ha observado un repunte en Estados Unidos y Europa occidental que se ve influenciado por la bajada de los precios de la energía y el aumento de la demanda. De esta manera, las previsiones globales de crecimiento se sitúan por encima del 3% entre 2024 y 2025. En el caso de la zona euro, tras la fuerte contracción del 6,4% de 2023, el informe prevé un incremento del 4,15 en 2024.
En el caso de la química europea, se enfrentarán a numerosas desventajas competitivas debido a los precios de energía con los que cuentan, sobre todo por la sustitución del suministro de gas ruso
El informe también recoge que, en los próximos años, Asia seguirá siendo el principal motor del crecimiento de la industria, seguido de Estados Unidos, que se beneficia de las reservas de gas. En el caso de la química europea, se enfrentarán a numerosas desventajas competitivas debido a los precios de energía con los que cuentan, sobre todo por la sustitución del suministro de gas ruso.
Otro de los puntos que aborda el documento de Crédito y Caución es que la transición hacia una economía más sostenible y las regulaciones ambientales cada vez más estrictas implican importantes inversiones para las empresas del sector, que deberán acelerar sus procesos de descarbonización.