El Ibex 35 es el índice más representativo del mercado español formado por los 35 valores más líquidos cotizados en el Sistema de Interconexión Bursátil de las cuatro bolsas españolas y que más dinero negocian en el mercado.
Grifols, PharmaMar, Rovi y Almirall son las cuatro compañías farmacéuticas que actualmente forman parte del Ibex. Aunque a partir del próximo día 20 de junio, solo tres de ellas seguirán cotizando en la Bolsa, ya que la catalana Almirall abandonará el selectivo español tras la decisión que acordó hace unos días el comité asesor técnico (CAT) de expulsarla.
La salida de Almirall era esperada. La farmacéutica ha bajado un 6,5% en lo que va de año, con un valor en Bolsa de 1.870 millones de euros.
Tras anunciar sus resultados del primer trimestre que revelaron una disminución de su beneficio neto del 31,5% respecto al mismo periodo de 2021, este desplome se aceleró.
Entre los factores más habituales se encuentra la suspensión por concurso de acreedores. En este caso, la empresa no vuelve a cotizar hasta que garantice su solvencia
En ese momento, Almirall lideró las caídas y su precio cayó hasta un 6,7% llegando a cotizar por debajo de 11 euros (mínimos desde marzo).
Además, en el último mes, la empresa ha sido duramente castigada y ha acumulado un saldo negativo de más de un 12% en las últimas 20 sesiones.
¿CUÁLES SON LOS MOTIVOS?
En primer lugar, según la información que recoge Bolsas y Mercados Españoles, hay dos requisitos que tiene que cumplir.
Por un lado, el valor medio de esa compañía en Bolsa debe ser superior al 0,3% de la media del valor del conjunto del Ibex durante el periodo de control, los seis meses anteriores a la reunión; y por otro, el valor debe haberse contratado al menos durante una de cada tres sesiones de esos seis meses.
Si no se cumple este segundo requisito, la compañía no tiene por qué ser excluida inmediatamente, sino que puede permanecer o incorporarse si se encontrara entre las 20 compañías más grandes por capitalización.
Además, a estos requisitos se suman otros factores como la suspensión por concurso de acreedores. En este caso, la empresa no vuelve a cotizar hasta que garantice su solvencia.
Una firma también puede dejar de cotizar porque su capital se encuentra concentrado en un pequeño grupo de accionistas. Esto provoca que tenga poco movimiento en la bolsa y que no alcance los niveles que esta le pide para estar cotizando.
De igual modo, la falta de información es otra de las razones más habituales y se produce cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no dispone de toda la información necesaria en relación a una compañía en particular.
Los procesos de fusión o adquisición también es otro de los motivos ya que cuando se cierra el plazo de aceptación de la OPA, el regulador suspende de manera temporal la cotización de la compañía.
Asimismo, es muy común que, cuando se extienden rumores que repercuten a las acciones de una compañía en su negociación de los mercados, se suspenda su cotización hasta que la empresa desmienta o confirme la información.
¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE?
Una compañía que esté en este índice tiene mucha más visibilidad en los mercados y en los medios de comunicación. Cada decisión que tome esa empresa es mirada con lupa y puede provocar la reacción de los inversores.
Además, si una empresa está en el índice, sus acciones se suelen comprar y vender más. El volumen negociado en los mercados cada día es mayor, ya que existen algunos fondos de inversión que son réplicas de la composición del Ibex 35.