El mes de noviembre ha sido especialmente desafiante para Bayer, que sufrió una caída bursátil acumulada del 21,81%. Las acciones de la compañía cerraron el mes en 19,39 dólares (18,45 euros), marcando un descenso considerable respecto a los 25,39 dólares (24,16 euros) con los que inició el periodo. Este desplome posiciona a Bayer como una de las empresas farmacéuticas con peor desempeño en el mercado durante el mes de noviembre.
El descenso más significativo se produjo el 8 de noviembre, cuando las acciones cayeron un alarmante 14,50%, pasando de 24,36 dólares (23,18 euros) a 20,88 dólares (19,87 euros). Este fue el mayor retroceso diario del mes, acompañado de un volumen de negociación excepcionalmente alto de 22,09 millones de acciones, lo que refleja una salida masiva de inversores. Este día marcó un punto de inflexión en la tendencia del mes, evidenciando la pérdida de confianza en la compañía.
Otra jornada destacada en la trayectoria negativa de Bayer fue el 26 de noviembre, cuando sus acciones retrocedieron un 5,19%, cerrando en 18,90 dólares (17,99 euros), su nivel más bajo del mes. Este descenso fue precedido por una caída del 3,03% el 20 de noviembre, cuando las acciones cerraron en 19,54 dólares (18,60 euros), lo que consolidó un periodo de volatilidad que afectó seriamente a la percepción del mercado sobre Bayer.
El descenso más significativo se produjo el 8 de noviembre con una caida del 14,50%
Aunque hubo intentos puntuales de recuperación, como el 22 de noviembre, cuando las acciones subieron un 1,46%, alcanzando los 19,80 dólares (18,84 euros), y el 27 de noviembre, con un incremento del 1,38%, cerrando en 19,16 dólares (18,24 euros), estos repuntes no lograron frenar la caída generalizada. La falta de continuidad en las subidas evidenció que los inversores seguían siendo cautelosos respecto a las perspectivas a corto plazo de la compañía.
En términos globales, Bayer osciló entre un máximo de 25,39 dólares (24,16 euros) y un mínimo de 18,41 dólares (17,52 euros) a lo largo del mes, con una diferencia total de 6,98 dólares (6,64 euros), que ilustra la severidad del retroceso. El promedio mensual de sus acciones se situó en 21,20 dólares (20,18 euros), un nivel notablemente inferior al cierre inicial del mes.
Uno de los principales factores detrás de esta caída ha sido la presión generada por los litigios en Estados Unidos relacionados con el herbicida Roundup, que sigue enfrentando sentencias millonarias, y las sustancias químicas PCB, cuya resolución sigue pendiente. Además, el fracaso en la aprobación de una nueva generación de semillas de soja en EE.UU. ha aumentado la preocupación sobre los ingresos futuros de la compañía.
A nivel interno, Bayer ha implementado medidas significativas como la reducción de 5.500 puestos de trabajo en 2024 y un plan de ahorro de 2.000 millones de euros anuales a partir de 2026, pero los resultados tangibles aún no se reflejan en los ingresos o en la confianza de los accionistas. Además, la negativa de algunos inversores clave, como Deka Investment, que criticaron la lentitud en la reestructuración, ha agravado el panorama.
La falta de avances concretos en la reestructuración, ha llevado a una de las peores rachas bursátiles para Bayer
A nivel macroeconómico, el retroceso en la confianza inversora en Alemania también ha contribuido a las pérdidas de Bayer, como lo demuestra su caída del 14,5% en el índice DAX 40 durante una sesión en la que el principal selectivo alemán cerró con una pérdida del 2,13%. Este panorama complejo, sumado a la falta de avances concretos en los planes de reestructuración, ha llevado a una de las peores rachas bursátiles para Bayer en las últimas dos décadas.
La farmacéutica enfrenta ahora el desafío de restaurar la confianza de los inversores a través de una estrategia clara que aborde tanto los problemas legales como los operativos y de mercado, además de la necesidad urgente de mostrar resultados tangibles en los próximos trimestres para revertir esta tendencia negativa.