Las perspectivas para el gasto mundial en medicamentos se han vuelto más claras a medida que las incertidumbres de los últimos años debido a la pandemia de la Covid-19 han dado paso gradualmente a desafíos y oportunidades más predecibles para los sistemas de salud y los responsables de la formulación de políticas en las economías desarrolladas y emergentes.
Según recoge el informe ‘El uso mundial de medicamentos 2022’ realizado por el Instituto IQVIA, se espera que el mercado mundial de medicamentos, utilizando los niveles de precios de las facturas, crezca a una tasa compuesta anual del 3% al 6% hasta 2026.
Las tendencias de uso y gasto en medicamentos se han visto afectadas negativamente por Covid-19, pero serán más que compensadas por el gasto incremental en vacunas y terapias relacionadas.
Se espera que se lancen 300 nuevos medicamentos en los próximos cinco años, un nivel significativamente más alto que el observado en promedio durante la última década
Los datos también muestran que el gasto mundial en medicamentos se verá impulsado por un mayor crecimiento del mercado hasta 2026 y compensado por un crecimiento más lento en los mercados desarrollados causado por las pérdidas de exclusividad para las marcas originales. En total, se espera que se lancen 300 nuevos medicamentos en los próximos cinco años, un nivel significativamente más alto que el observado en promedio durante la última década.
Respecto a las áreas de terapia, el informe arroja que serán oncología e inmunología las que más crezcan, un 9%-12% y un 6%-9%, respectivamente, hasta 2026, impulsadas por aumentos significativos en nuevos tratamientos y uso de medicamentos y compensadas por el impacto de los biosimilares.
Por su lado, en neurología, se esperan muchos medicamentos nuevos en una variedad de enfermedades, incluidas nuevas terapias para la migraña, enfermedades neurológicas raras y el potencial de terapias para la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Párkinson.
En definitiva, las tendencias más amplias sobre el uso de medicamentos continúan evolucionando relativamente sin cambios, lo que ofrece cierta esperanza a los millones de personas que viven en mercados de ingresos más bajos, con una mejor situación de salud en gran parte como resultado de un mayor acceso a los medicamentos.