La producción de medicamentos en nuestro país batió récord en marzo. Según el Índice de Producción Industrial (IPI) del Instituto Nacional de Estadística (INE), el sector farmacéutico ha registrado un crecimiento interanual del 16,9% en comparación con el mes de marzo del año pasado.
Tal y como muestran los datos, este incremento se debe a la fabricación de productos farmacéuticos de base, que experimentó una variación interanual positiva del 22,9%.
Por su lado, la fabricación de especialidades farmacéuticas ha vuelto a las tasas positivas, tras dos meses de tasas negativas del 3,5% en enero y del 4% en febrero y ha aumentado un 14,7% respecto al mismo periodo del año pasado.
La fabricación de especialidades farmacéuticas ha vuelto a las tasas positivas, tras dos meses de tasas negativas del 3,5% en enero y del 4% en febrero y ha aumentado un 14,7%
Estos datos positivos muestran la buena racha de la industria farmacéutica dejando atrás otros hitos como los resultados conseguidos en marzo de 2018. De hecho, el último mes en que este indicador registró tasas negativas fue en octubre del pasado año, cuando retrocedió un 2,7%.
No obstante, en este sentido, cabe destacar, el gran esfuerzo que requiere por parte de la industria el desarrollo y la producción de nuevos medicamentos que, habitualmente, implica un periodo de 10 a 12 años.
Este coste se ha doblado desde 2010: la industria farmacéutica tiene que invertir de media 2.442 millones de dólares (2.107 millones de euros), un 105% más que hace una década.
Este coste incluye desde la inversión en la labor de investigación y adquisición de la nueva molécula hasta los estudios clínicos con miles de pacientes, el lanzamiento comercial y, también, la inversión en la I+D de numerosas moléculas que fallan y se quedan en el camino.
En resumen, el proceso por el que un medicamento sube al podio tras una dura carrera es largo, complejo y costoso. Largo porque se precisa más de una década para su desarrollo, complejo porque requiere la implicación de profesionales con un alto nivel científico y experiencia contrastada y porque solamente uno de cada 10.000 compuestos llega finalmente al mercado; y costoso porque la inversión de las compañías es muy elevada.