La compañía catalana de hemoderivados, Grifols, no logra huir de los números rojos en el parqué español y acelera el ritmo de la caída en Bolsa.
Una vez más, la catalana sufre en Bolsa después de recibir un recorte de valoración por parte de los analistas de Bankinter que han rebajado su precio objetivo a 15 euros por acción desde los anteriores 17,65 euros por título.
A mediados del pasado mes de agosto, la farmacéutica marcó la peor racha negativa consecutiva de su historia. Y es que, su desplome del 28,41% en lo que va de año no solo la sitúa como la tercera más bajista del IBEX, sino también en mínimos anuales y niveles de 2013.
Su desplome del 28,41% en lo que va de año no solo la sitúa como la tercera más bajista del IBEX, sino también en mínimos anuales y niveles de 2013
Además, su alto endeudamiento continúa generando gran incertidumbre y temor entre los bonistas. Con una deuda neta que, en su última actualización financiera de finales de diciembre de 2021, alcanzaba los 5.828 millones de euros y elevaba su ratio de endeudamiento hasta las 5,4 veces, Grifols vio como el precio de sus bonos se hundía durante los primeros meses de 2022.
El pasado mes de junio sus bonos continuaron desplomándose pese al descuento ya aplicado a los mismos durante el primer periodo del año y el precio tocó fondo alcanzando niveles de cotización solo vistos durante las primeras semanas de la pandemia de la Covid-19, en marzo de 2020.
También a finales del pasado mes de abril, Grifols suspendió el pago del dividendo a sus accionistas hasta que el endeudamiento caiga por debajo de cuatro veces el Ebitda, algo que se espera que ocurra en 2024.
En resumen, la cotización de la farma catalana se sitúa ya en mínimos anuales y niveles de febrero de 2013, al presentar unos resultados que retroceden.
Con una caída del 19,7% desde que se conociesen sus cuentas del segundo trimestre del año, la firma abulta su caída anual al 22,4%. De hecho, Grifols cerró julio siendo la empresa más bajista de todo el selectivo español.