La farmacéutica japonesa Takeda ha comunicado que sus ganancias a lo largo del año fiscal para la compañía, que contabiliza desde marzo de 2023 a este mismo mes en 2024, se han reducido a más de la mitad. Un batacazo que en concreto ha dejado la ganancia operativa en 214.100 millones de yenes (1.280 millones de euros), un 56,4% menos que los 490.500 millones de yenes (2.932 millones de euros) registrados durante el año pasado.
Según apuntan desde Takeda, las previsiones actuales pronostican que alcanzarán los 225.000 millones de yenes (1.345 millones de euros) en este nuevo año fiscal, teniendo en cuenta que tendrán que acarrear con unos gastos de reestructuración de aproximadamente 140.000 millones de yenes (837 millones de euros) que forman parte de un plan de despidos.
La ganancia operativa fue de 1.280 millones de euros, un 56,4% menos que los 2.932 millones de euros registrados durante el año pasado
Entre las razones de este mal momento que atraviesan, la compañía japonesa ha señalado la pérdida de exclusividad sobre el medicamento para la presión arterial Azilva en Japón y el tratamiento para la hiperactividad Vyvanse en Estados Unidos. Además de los consecutivos fracasos en ensayos clínicos para tratamientos contra el cáncer de pulmón y la enfermedad de Crohn, lo que provocó numerosas pérdidas en el segundo trimestre.
En cuanto a su rendimiento en bolsa, las acciones de Takeda han sufrido numerosas caídas a lo largo del año fiscal. Como es el caso de los meses de septiembre y octubre de 2023, donde pasaron de los 4.860 yenes (29,06 euros) por acción, a los 4.070 yenes (24,33 euros) a final de octubre, es decir, una reducción del 16,3% de su valor en tan solo dos meses. Una tendencia negativa que, en el año fiscal de la compañía, se traduce en una disminución de 166 yenes (0,99 euros), un 3,9% menos.