Eli Lilly, una de las principales compañías farmacéuticas a nivel mundial, ha cerrado el mes de septiembre con una significativa caída en el valor de sus acciones, según los datos más recientes del mercado bursátil. A lo largo del mes, se registró una tendencia mayoritariamente a la baja, alcanzando una variación negativa del 7,87%.
El mes comenzó con una cotización de 957,77 USD (872,56 euros), habiendo una caída de 2,25 puntos con respecto al cierre en el mes de agosto, que se situaba en 960,02 dólares (874,61 euros), lo que permitió prever un mes con numerosas caídas. Posteriormente, se produjo un debilitamiento progresivo en el valor de las acciones hasta finales del mes. En este sentido, uno de los descensos más pronunciados ocurrió el 27 de septiembre, cuando laacción cayó un 3,47%, cerrando en 877,79 USD (796,80 euros), tras haber abierto ese mismo día en 893,62 dólares (725,91 euros). Esta caída se destacó como uno de los peores desempeños durante el mes.
A lo largo del mes de septiembre Eli Lilly registró una variación negativa del 7,87%
A pesar de algunos intentos de recuperación, como el incremento del 1,11% registrado el 19 de septiembre, donde las acciones llegaron a los 915,04 dólares (833,63 euros), la tendencia general fue de descenso. El valor mínimo del mes se ubicó en 858,81 USD (759,47 euros) el propio 30 de septiembre, habiendo cerrado finalmente en los 885,94 dólares (807,12) reflejando la incertidumbre y volatilidad que afectó a la compañía en los mercados.
El hecho de que el precio haya comenzado relativamente alto, alcanzando casi los 958 USD(872,77 euros), para luego caer por debajo de los 860 dólares (783,49 euros), sugiere que hubo un cambio repentino en el sentimiento de los inversores durante la jornada. Los factores detrás de esta tendencia a la baja no solo se atribuyen a las condiciones del mercado, sino también a varios eventos negativos ocurridos durante el mes de agosto que han afectado la confianza de los inversores.
En primer lugar, la Superintendencia de Industria y Comercio inició una investigación administrativa contra la filial de Eli Lilly Interamerica debido a la negativa de la empresa a proporcionar información y a permitir una inspección programada. Esta acción ha generado preocupación sobre la transparencia y el cumplimiento regulatorio de la compañía, ya que las autoridades consideran que la compañía farmacéutica podría estar obstaculizando los esfuerzos de inspección.
A pesar de algunos intentos de recuperación, la tendencia general fue de descenso
Aunque la investigación aún no ha concluido, el riesgo de que Eli Lilly enfrente sanciones importantes es significativo. Si se comprueba que la empresa incumplió las normativas, podría recibir multas de hasta 2.600 millones de dólares (2.368 millones de euros). Esta situación ha encendido alarmas dentro de la compañía y entre los inversores, ya que no solo afecta la reputación de Eli Lilly, sino que también podría tener repercusiones financieras considerables en el corto plazo.
Por otro lado, el fracaso clínico de uno de los medicamentos más prometedores de Eli Lilly, dirigido a la proteína tau, ha afectado negativamente la percepción del potencial futuro de la compañía. La empresa, que había recibido la aprobación acelerada del fármaco donanemab para el tratamiento del alzhéimer en etapas tempranas, pero en un reciente ensayo clínico de fase 2, la terapia no logró alcanzar su objetivo principal: demostrar una mejora significativa en la progresión de la enfermedad.
En este contexto destaca la creciente competencia en el mercado de medicamentos para la obesidad. Rivales como Viking Therapeutics, Roche y Zealand Pharma están avanzando en sus propios tratamientos, lo que ha generado una ola de ventas en las acciones de Eli Lilly, que hasta hace poco dominaba este mercado. Aunque sigue siendo uno de los líderes con su medicamento Zepbound, la perspectiva de una creciente competencia ha añadido presión a la compañía.
A esto hay que sumarle la situación en China, donde los expertos sugieren que si los productos genéricos chinos para la obesidad demuestran ser tan seguros y eficaces como los de Eli Lilly, esto provocaría no solo un aumento de la competencia, sino también una reducción en los precios significativa.