El anuncio del colapso de uno de los bancos más importantes de Estados Unidos, Silicon Valley Bank, el pasado viernes, ha desestabilizado la economía global. Prueba de ello han sido los múltiples descensos en los índices bursátiles de todo el mundo, en el caso de España, el IBEX 35 ha sufrido altibajos durante el inicio de la semana, llegando a registrar una caída del 3,5% en el cierre del lunes. A pesar de que parecía recuperarse y conseguir remontar lo perdido días anteriores, el desplome del 20% del banco suizo Credit Suise y su posterior suspenso de cotización tras conocer que su primer accionista, el Saudi National Bank, que ya no prevé inyectar más dinero, desencadenó de nuevo la locura y el IBEX 35 resgistró una caída de aproximadamente 4% durante el miércoles. Un porcentaje que ha vuelto a variar tras conocer el rescate del banco suizo, calmando así las aguas de los principales bancos españoles y dejando un +1,50% general.
En el caso de la industria farmacéutica, Grifols ha registrado un 5,38% y Rovi un 0,35%.
Entre los más afectados de estas idas y venidas en los índices bursátiles se encontraban evidentemente los bancos, que a cierre de este miércoles, contabilizaron un -10,5% el Banco Sabadell, seguido de cerca por BBVA con una caída del 9,60%, Santander con -6,89%, CaixaBank -6,72%, Bankinter con un descenso del 6,46% y Unicaja con el -6,06%, Resultados que a su vez, afectaron directamente a los diferentes sectores que forman el IBEX 35, como es el caso de la industria farmacéutica, con los descensos de Grifols (5,38%) y muy por debajo, Rovi con sólo un 0,35%.
A pesar del nerviosismo común y el miedo de contabilizar un día más de pérdidas, la jornada del jueves ha estado marcada por 24 compañías que ascienden y sólo 11 que bajan, inflluenciado principalmente por el incremento del valor de los bancos gracias al rescate a Credit Suisse, como por ejemplo BBVA con 3,41% o Banco Santander 2,60%. Un panorama totalmente diferente al de farmacéuticas como Grifols, que tras ser uno de los peores valores del pasado miércoles ha terminado cayendo hasta lo más bajo (-5,47%), conviertiendose en el peor valor del IBEX 35 a cierre del 17 de marzo.
CAÍDA DRÁSTICA
Los resultados de la farmacéutica en este 2023 están influenciados por lo ocurrido en Estados unidos y Suiza, pero a diferencia de otras compañías, la farmacéutica ya venía contabilizando unos meses muy negativos tras la dimisión de Steven F. Mayer como presidente tras solo cuatro meses en el cargo, que junto a la presentación de unos resultados financieros que llenaron de dudas a los inversores, han provocado que sea la empresa con peores rendimientos del IBEX 35 en los que va de 2023.
Para poder comprender el alcance de la caída de Grifols es necesario remontarse al punto en el que se encontraban tras la llegada de Thomas Glanzmann a la presidencia, una sustitución que no fue muy bien recibida en el apartado económico, ya que registraron pérdidas de más del 10%, una situación que se repetiría unos días después con la presentación de sus resultados financieros. En definitiva, desde la llegada del nuevo presidente hasta la presentación de los resultados, la empresa disminuyó un 20% su valor, una tendencia que continuó extendiéndose las dos semanas posteriores, llevando a Grifols a un paulatino declive que varió entre el 0,32 y el 3,2% hasta el anuncio del colapso de Silicon Valley Bank y el incidente del banco suizo Credit Suise.
Ante los malos resultados cosechados y la crisis en la que se encuentra la multinacional catalana, anunciaron hace un mes el nuevo plan de ahorro de costes que reduce aproximadamente 400 millones de euros anuales de la mano del despido de 2.000 empleados relacionados con el negocio industrial y 300 pertenecientes a funciones corporativas.
Estamos convencidos de que estas medidas son necesarias no sólo para mejorar nuestro desempeño financiero, sino para ser una organización más ágil, resolutiva y eficaz
Como medidas señalaron que la prioridad de optimizar los costes y las operaciones del plasma, con el objetivo de diseñar una operación de obtención más eficiente, innovadora y de alta calidad. Es decir, mantener o incluso aumentar el volumen de producción con menos inversión y con un menor número de centros, una iniciativa que ya pusieron en marcha en el último trimestre de 2022 con la clausura de 18 centros.
“Tras analizar en profundidad nuestras estructuras organizativas y de costes, dotación de personal, procesos, instalaciones, sistemas y planes de incentivos, estamos convencidos de que estas medidas son necesarias no sólo para mejorar nuestro desempeño financiero, sino para ser una organización más ágil, resolutiva y eficaz”, apuntaba el, por aquel momento, presidente ejecutivo Steven Mayer.