El laboratorio británico GlaxoSmithKline (GSK) cerró 2020 con un beneficio neto atribuido de 6.388 millones de libras (7.251 millones de euros), por lo que sus ganancias se elevaron un 23,8 por ciento en comparación con 2019, según ha informado este miércoles la compañía.
"2020 fue un año extraordinario para todos nosotros, y uno de progreso significativo para GSK. Invertimos en nuestra oferta y en nuevos lanzamientos, preparamos la empresa para su escisión y tuvimos que movilizarnos rápidamente y responder a la pandemia", ha indicado la consejera delegada de la empresa, Emma Walmsley.
Los ingresos de la firma entre enero y diciembre fueron de 34.099 millones de libras (38.721 millones de euros), un 1 por ciento más que en el año anterior. Por segmentos de negocio, la división de productos farmacéuticos se contrajo un 3 por ciento, hasta 17.056 millones de libras (19.368 millones de euros), al tiempo que la rama de higiene personal y medicamentos sin receta repuntó un 12 por ciento, hasta 10.033 millones de libras (11.393 millones de euros).
La división de vacunas del laboratorio británico facturó 6.982 millones de libras (7.928 millones de euros)
La división de vacunas del laboratorio británico facturó 6.982 millones de libras (7.928 millones de euros), por lo que observó una contracción del 2 por ciento en comparación con el conjunto de 2019.
El coste de los productos vendidos se contrajo un 1 por ciento, hasta 11.704 millones de libras (13.290 millones de euros), de forma que el margen bruto de GSK se elevó un 2 por ciento, hasta 22.395 millones de libras (25.431 millones de euros).
Los gastos de venta, generales y administrativos se mantuvieron prácticamente estables en 11.456 millones de libras (13.009 millones de euros), al tiempo que la partida de investigación y desarrollo (I+D) se expandió un 12 por ciento, hasta 5.098 millones de libras (5.789 millones de euros).