El conglomerado industrial estadounidense General Electric (GE) registró pérdidas de 6.757 millones de dólares (5.968 millones de euros) en 2021, frente al beneficio neto atribuido de 5.230 millones de dólares (4.619 millones de euros) del año anterior, informó la compañía, que prepara su escisión en tres empresas cotizadas a partir de 2023.
La cifra de negocio de GE en el conjunto del ejercicio alcanzó los 74.196 millones de dólares (65.530 millones de euros), un 2,1% menos que un año antes, mientras que los pedidos acumulados ascendieron a 79.400 millones de dólares (70.127 millones de euros), un 10% más.
El negocio de salud de GE redujo un 2% sus ventas en 2021, hasta 17.725 millones de dólares (15.655 millones de euros); el área de renovables mantuvo sus ingresos estables en 15.697 millones de dólares (13.864 millones de euros); el negocio de aviación facturó un 3% menos, hasta 21.310 millones de dólares (18.821 millones de euros) y los ingresos de la división de electricidad cayeron un 4%, hasta 16.903 millones de dólares (14.929 millones de euros).
Entre octubre y diciembre, la compañía registró pérdidas de 3.900 millones de dólares (3.444 millones de euros), en contraste con las ganancias de 2.442 millones de dólares (2.157 millones de euros), contabilizadas en el cuarto trimestre de 2020.
El negocio de salud de GE redujo un 2% sus ventas en 2021, hasta 17.725 millones de dólares (15.655 millones de euros)
En el cuarto trimestre del año, GE alcanzó una cifra de negocio de 20.303 millones de dólares (17.932 millones de euros), un 3,5% por debajo del dato del año pasado, con una caída del 5% de los pedidos recibidos, hasta 22.100 millones de dólares (19.519 millones de euros).
"Los pedidos anuales aumentaron a doble dígito, lo que respalda un crecimiento más rápido en el futuro, mientras que los desafíos de la cadena de suministro, la selectividad comercial y la incertidumbre en torno al crédito fiscal a la producción eólica de EE.UU. afectaron nuestros resultados", declaró el presidente y consejero delegado de GE, Lawrence Culp.
No obstante, el máximo ejecutivo de la compañía destacó que se aprecia un impulso real y oportunidades para un crecimiento rentable sostenible en los negocios de GE, especialmente a medida que el segmento de aviación se recupera y los mercados finalistas de la empresa se fortalecen.
"Nuestra drástica reducción de la deuda significa que podemos intensificar aún más los esfuerzos para fortalecer nuestras operaciones y jugar a la ofensiva, lo que nos prepara para lograr entre 5.500 y 6.500 millones de dólares (4.857 y 5.740 millones de euros) de flujo de caja libre en 2022 y más de 7.000 millones de dólares (6.183 millones de euros) en 2023.
De cara al ejercicio en curso, GE confía en volver a registrar un crecimiento de los ingresos, incluyendo un incremento superior al 20% de la facturación del negocio de aviación.
"A medida que sentamos las bases para crear tres empresas independientes enfocadas en las necesidades globales críticas, nos sentimos alentados por el apoyo de nuestros clientes, empleados e inversores. Confiamos en que nuestros negocios generarán valor y crecimiento a largo plazo", añadió Culp.
El pasado mes de noviembre, General Electric anunció que se dividirá en tres compañías cotizadas en los próximos años, ya que la firma ejecutará 'spin-offs' de sus divisiones de salud y energías renovables, digitalización y generación renovable en los próximos tres años.
Así, del gigante energético quedarían tres compañías: GE Aviación, GE salud, GE Aviación y una compañía que combine sus negocios de generación de energía, renovables y digitalización.
La primera compañía es desligarse de la matriz sería la de salud a principios de 2023. Posteriormente, se prepararía el spin-off de los negocios energéticos y digitales con el objetivo de estar listo para principios de 2024. Tras este segundo movimiento, General Electric se centraría en la aviación.