Todo indica que habrá batalla judicial. BioNTech ha anunciado que se va a defender de las acusaciones vertidas por Moderna el pasado viernes donde acusaba a la empresa alemana de copiar varias características clave que ayudaron al éxito de las vacunas de ARN mensajero.
BioNTech ha defendido, en un comunicado, que su vacuna contra la COVID-19 desarrollada con Pfizer es "original", tras la demanda de Moderna acusando a las compañías de "copiar" la patente de la tecnología ARNm, en la que se basan ambas vacunas.
"El trabajo de BioNTech es original, y nos defenderemos enérgicamente contra todas las acusaciones de infracción de patentes", ha esgrimido la compañía alemana.
En este sentido, BioNTech argumenta que "valora y respeta los derechos de propiedad intelectual válidos y exigibles de otros y sigue confiando en su propiedad intelectual".
"Es un hecho desafortunado, pero bastante habitual, que otras empresas aleguen que un producto de éxito infringe potencialmente sus derechos de propiedad intelectual, más aún en este caso después de ser testigos de los logros históricos de una vacuna como la nuestra", remachan.
En su demanda, presentada ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Massachusetts y el Tribunal Regional de Düsseldorf en Alemania, Moderna expone que la vacuna de Pfizer y BioNTech "infringe" las patentes que Moderna presentó entre 2010 y 2016 sobre su tecnología ARNm.
"Esta tecnología innovadora fue fundamental para el desarrollo de la propia vacuna de COVID-19 de ARNm de Moderna. Pfizer y BioNTech copiaron esta tecnología, sin el permiso de Moderna, para hacer su vacuna", sentenció la compañía en un comunicado el viernes.
Moderna cree que Pfizer y BioNTech copiaron dos características clave de las tecnologías patentadas de Moderna que son fundamentales para el éxito de las vacunas de ARNm.
"Cuando surgió la COVID-19, ni Pfizer ni BioNTech tenían el nivel de experiencia de Moderna en el desarrollo de vacunas de ARNm para enfermedades infecciosas, y siguieron a sabiendas el camino de Moderna para desarrollar su propia vacuna", explicó Moderna.
En primer lugar, Moderna esgrimió que Pfizer y BioNTech "llevaron a pruebas clínicas cuatro candidatas a vacunas diferentes, que incluían opciones que se habrían alejado de la vía innovadora de Moderna". "Sin embargo, Pfizer y BioNTech decidieron finalmente proceder con una vacuna que tiene la misma modificación química del ARNm que la vacuna de Moderna. Los científicos de Moderna empezaron a desarrollar esta modificación química que evita provocar una respuesta inmunitaria indeseable cuando se introduce el ARNm en el organismo en 2010 y fueron los primeros en validarla en ensayos con humanos en 2015", alegan.
En segundo lugar, Moderna denunció que, "a pesar de tener muchas opciones diferentes", Pfizer y BioNTech "copiaron el enfoque de Moderna para codificar la proteína de espiga de longitud completa en una formulación de nanopartículas lipídicas para un coronavirus". "Los científicos de Moderna desarrollaron este enfoque cuando crearon una vacuna para el coronavirus que causa el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) años antes de la aparición de COVID-19", añaden.