La farmacéutica estadounidense Pfizer, conocida por su papel en la vacunación contra la Covid-19, ha experimentado una caída tanto en el valor de sus acciones como en las ventas, influenciada principalmente por la reducción del interés de la sociedad por este tipo de productos.
Concretamente, el primer trimestre para la compañía supuso un gran golpe, en enero, la farmacéutica registró una caída en bolsa del 13,82%, pasando de los 51,01 dólares (45,83 euros) con los que cerraron el 2022, a 44,16 dólares (39,67 euros). Pero este desplome no se quedó ahí, en febrero registraron un -8,13% que unido al testimonial aumento del 0,57%, contabilizaron un pésimo trimestre, con un -21,38% y un descenso de 10,21 dólares (9,17 euros).
Precisamente, los resultados financieros de Pfizer en estos primeros tres meses del año fueron muy en línea con la caída en bolsa. Concretamente, obtuvo un beneficio neto atribuido de 5.543 millones de dólares (5.042 millones de euros), lo que supone un descenso del 29,5% en comparación con el mismo periodo de 2022.
El desinterés por los productos relacionados con esta ha llevado a que compañías como Pfizer no puedan alcanzar los registros de los años más duros de pandemia
En cuanto a sus ingresos, también cayeron un 28,7% entre enero y marzo, incluyendo una bajada del 77% de los ingresos por las ventas de ‘Comirnaty’, la vacuna contra la Covid-19, hasta 3.064 millones de dólares (2.787 millones de euros). Ya en ese momento, la compañía redujo sus previsiones al rango entre 67.000 y 71.000 millones de dólares (60.943 y 64.581 millones de euros), lo que supondría una caída de entre el 33% y el 29% respecto a los ingresos de 2022.
Los meses posteriores, pertenecientes al segundo trimestre de 2023, también han estado marcados por los números rojos, en el caso de abril, con una reducción de su valor en bolsa del 4,68%, seguido de mayo y el -2,25% y completado con junio y la disminución del 3,52%. A pesar de no contar todavía con los resultados financieros de este periodo, todo apunta a que los rangos que señalaron desde Pfizer en marzo volverán a cambiar, de nuevo, a peor.
Hasta el momento, el 2023 está siendo un año muy negativo para la farmacéutica estadounidense, la aceptación de la sociedad al Covid-19 y el desinterés por los productos relacionados con esta ha llevado a que compañías como Pfizer no puedan alcanzar los registros de los años más duros de pandemia. Tal y como se puede observar en bolsa, con el desplome del 31,82% en el primer semestre, dejando el valor de sus acciones por debajo de los 37 dólares (33,24 euros).
FIN DE LA EMERGENCIA POR COVID-19
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció a mediados de mayo que el organismo dependiente de Naciones Unidas declaraba el fin de la emergencia sanitaria global por la Covid-19.
Un contexto que llevó a una caída de la demanda de las vacunas para hacer frente a la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2, y, por lo tanto, el final de varios acuerdos de diferentes países con Pfizer.
El objetivo de Adam Niedzielski, pasa por modificar los términos contractuales para "aliviar la carga financiera" y evitar que se desperdicien miles de vacunas
Como es el caso de Polonia, en el que su Ministerio de Salud Pública envió una carta a la compañía para solicitar que se renegocie el acuerdo que la Comisión Europea firmó con la farmacéutica en nombre de los Estados miembro. El objetivo de Adam Niedzielski, pasa por modificar los términos contractuales para "aliviar la carga financiera" y evitar, asimismo, que se desperdicien miles de vacunas.
Una iniciativa, a la que se han sumado otros Estados europeos como Bulgaria, Lituania y Hungría, que pretenden crear un frente común que dé respuesta a las peticiones de estos países.