Una de las farmacéuticas más recordadas por su papel en la vacunación contra la Covid-19, Pfizer, ha registrado un 2023 marcado principalmente por la caída de ventas, ingresos, y como no podía ser de otra manera, del valor de sus acciones en bolsa. Como principal razón de este desplome, los expertos apuntan a una “mala adaptación” de la farmacéutica al nuevo mercado de la industria tras la pandemia, ya que no han generado una respuesta a la reducción del interés de la sociedad por los productos relacionados con la Covid-19.
PRIMER SEMESTRE
Desde el comienzo del año, y continuando con la tendencia de los últimos meses de 2022, se sucedieron las malas noticias para la farmacéutica. Hospira y Accord, integradas en Pfizer, empezaron a poner en marcha una serie de retiradas de medicamentos del mercado por diversas razones; la suspensión de varios ensayos de la vacuna contra la enfermedad de Lyme ante múltiples violaciones en el código de buenas prácticas; y las continuas demandas contra Moderna por las patentes en competencia sobre las vacunas contra la Covid-19.
Un primer trimestre que, en el apartado bursátil, se tradujo en una caída del 13,82% en enero y un -8,13% en febrero, que no pudieron subsanarse con el mínimo aumento de marzo, +0,57%. Dejando un terrible resultados en los tres primeros meses del -21,38% y un descenso de 10,21 dólares (9,17 euros).
En términos financieros, estos dos primeros trimestres del año tampoco fueron muy positivos para la compañía, contabilizando una caída interanual del 56% en el beneficio neto
Continuando con el segundo trimestre, abril y el descenso del 4,68% en bolsa vino acompañado de una demanda por parte de Arbutus Biopharma por las patentes de sus vacunas de ARNm, la misma razón que el litigio de la compañía con Moderna.
En mayo, llegó una de las peores noticias, a nivel económico, para Pfizer. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que el organismo dependiente de Naciones Unidas declaraba el fin de la emergencia sanitaria global por la Covid-19. Un hito que supuso un antes y después en la venta de vacunas, ya que varios países comunicaron a la compañía el final de sus acuerdos por la compra de viales, cavando aún más el agujero en el que se encuentra Pfizer actualmente, provocando un -5,77% en bolsa entre mayo y junio.
En términos financieros, estos dos primeros trimestres del año tampoco fueron muy positivos para la compañía, contabilizando un beneficio neto atribuido de 7.870 millones de dólares (7.168 millones de euros), lo que supone una caída interanual del 56%. A su vez, la facturación descendió un 42% con respecto a los seis primeros meses de 2022, quedándose en los 31.015 millones (28.250 millones de euros)
SEGUNDO SEMESTRE
Como no podía ser de otra manera, el inicio del tercer trimestre mantuvo la tendencia negativa, aunque con reducciones en su valor menores a las registradas anteriormente. En julio, sus acciones cayeron un 1,69%, cifras muy parecidas a las del mes de agosto, con -1,89%. Una pequeña disminución en el valor que podría parecer que anunciaba una cierta esperanza. Sin embargo, en septiembre, volvieron a la senda del desplome, con -6,25%, dejando un tercer trimestre de -9,83%.
Con la llegada del último trimestre del año, la compañía estadounidense acordó el pago de 50 millones de dólares (47,3 millones de euros) para resolver las reclamaciones de los mayoristas de medicamentos que pagaron en exceso por los dispositivos de tratamiento de alergias EpiPen, como resultado de tácticas anticompetitivas. Un nuevo varapalo que desencadenó una caída del 7,87% en bolsa en octubre.
Todo ello ha ocasionado que Pfizer contabilice un tercer trimestre con -14,23% en bolsa, que unido a los nueve meses anteriores ha dejado un desplome total en el año 2023 del 55,88%
Además de todo lo acontecido, los últimos meses del año para Pfizer han estado marcados por el inicio de rondas de despido, en concreto, tres. La primera de ellas, con el cierre de las instalaciones en Peapack, Nueva Jersey, a principios de 2024, lo que afecta a un total de 791 puestos; tan solo dos días después, la farmacéutica comunicó el despido de aproximadamente 200 personas en su planta de Michigan; la rescisión de otros 200 puestos en una de sus sedes con mayor inversión, situada en Kalamazoo; y por último, en línea con la estrategia de reducción de costes, eliminará 500 cargos en la fábrica ubicada en Sandwich en Reino Unido.
Todo ello ha ocasionado que Pfizer contabilice un tercer trimestre con -14,23% en bolsa, que unido a los nueve meses anteriores ha dejado un desplome total en el año 2023 del 55,88%, con 11 meses en número rojos y el paso de los 51,01 dólares con los que empezaron en valor en bolsa hasta los 28,62 a final de año. Una prueba evidente de la caída de Pfizer en el mercado.