La farmacéutica estadounidense que ocupó un papel principal en el mercado de productos Covid, Pfizer, ha visto que tanto sus ventas e ingresos como su valor en Bolsa han caído en picado con el paso de los meses. En concreto, en términos bursátiles, en los primeros seis meses de 2023 registraron un desplome del 31,82%, pasando de los 51,01 dólares (48,06 euros) la acción, a 36,68 dólares (34,56 euros).
En el inicio de este tercer trimestre, la farmacéutica se mantuvo en tendencia negativa, pero con reducciones menores: julio registraba una caída del 1,69%, cifras muy parecidas siguió durante el mes de agosto, con -1,89%. Una pequeña disminución en el valor que podría parecer que anunciaba una cierta esperanza. Sin embargo, en septiembre, se ha regristado un desplome del -6,25%. En total, el tercer trimestre ha cerrado con un -9,83%.
En términos bursátiles, en los primeros seis meses de 2023 registraron un desplome del 31,82%, pasando de los 48,06 euros la acción, a 34,56 euros
En cuanto a los resultados financieros de Pfizer, en línea con su rendimiento en Bolsa, el pasado mes de agosto presentaron las últimas cuentas disponibles. En estas, se puede observar claramente una caída en la demanda de productos Covid, que a su vez, se traduce en la reducción de sus ventas.
Durante el segundo trimestre, la compañía estadounidense consiguió un beneficio neto atribuido de 2.327 millones de dólares, (2.119 millones de euros), un 77% menos que en el mismo período de 2022. En el caso de la facturación, descendió un 42% con respecto a los seis primeros meses de 2022, quedándose en los 31.015 millones (28.250 millones de euros). La cifra de negocio también cayó en un 54% hasta los 12.734 millones (11.598 millones de euros) entre abril y junio.
En cuanto a los productos más afectados, se encuentran, como en periodos anteriores, Comirnaty y Paxlovid. En concreto, han aportado 13.500 millones de dólares (12.719 millones de euros) y 8.000 millones (7.537 millones de euros), respectivamente, siendo partícipes de un 53% del descenso registrado por la farmacéutica.
Una de las primeras consecuencias de estos resultados para la compañía ha sido la reducción de sus previsiones para el conjunto del 2023. Todas las empresas que centraban su actividad en los productos Covid han visto como caían sus ventas drásticamente. El caso de Pfizer, al ser una de las más grandes, ha sido muy llamativa.
Pfizer no ha dudado en señalar a la disminución de 6.600 millones de euros en su proyección de las ventas del antiviral oral Paxlovid, además de los 1.800 millones de euros menos de su vacuna contra la Covid, Comirnaty
La farmacéutica estadounidense anunció hace tan solo unas semanas una actualización de las previsiones con un recorte de los ingresos para 2023 de 9.000 millones de dólares (8.500 millones de euros), lo que supone un descenso hasta los 58.000 millones (54.800 millones de euros) totales. Muy por debajo del anterior rango, que se encontraba entre los 67.000 millones y los 70.000 millones de dólares (63.000 y 66.000 millones de euros).
A la hora de explicar las razones de un cambio tan negativo, Pfizer no ha dudado en señalar a la disminución de 7.000 millones de dólares (6.600 millones de euros) en su proyección de las ventas del antiviral oral Paxlovid, además de los 2.000 millones de dólares (1.800 millones de euros) menos de su vacuna contra la Covid, Comirnaty.
GUERRA DE PATENTES
En un panorama marcado por el hundimiento de sus productos Covid y la consecuente caída en el beneficio y en Bolsa, la compañía estadounidense sigue inmersa en la “guerra de patentes”, en la que que junto a BioNTech, sostienen que Moderna está tratando de monopolizar todo el campo del ARNm.
En la última actualización del caso, socios de ambas compañías presentaron peticiones duales en búsqueda de una revisión en el tribunal administrativo de la oficina de patentes. Siempre con el objetivo de invalidar dos patentes de Moderna en las vacunas de ARNm.
Sin embargo, por parte de la acusada, también han presentado una demanda contra Pfizer y BioNTech por "supuestamente" infringir su patente de ARNm. Aunque en este caso, han declarado que su objetivo no es eliminar la vacuna del mercado, sino recibir una compensación por el uso continuo de las tecnologías patentadas por Moderna en la venta de Comirnaty en ciertos países.