La biofarmacéutica británica especializada en VIH, inmunología y respiratorio, enfermedades infecciosas y oncohematologia, GSK, ha registrado un buen primer semestre en términos bursátiles, a pesar de tener meses en números rojos. Aunque forme parte de otros índices internacionales, el rendimiento de la compañía se ve claramente reflejado en el índice London Stock Exchange (LSE), un indicador bursátil de referencia para la Bolsa de Valores de Londres.
El inicio del año para la biofarmacéutica venía marcado por la tendencia positiva de los últimos meses de 2023, pasando de las 14,50 libras esterlinas (17,13 euros) a cierre de diciembre, a las 15,68 libras (18,52 euros) contabilizadas en enero, un incremento muy claro del 8,12%. Febrero llegó casi a las mismas cifras, dejando un aumento de valor de sus acciones del 6,16% que, acompañado de la subida del 2,64% de marzo, dejaron un primer trimestre con una diferencia de 1,40 libras (1,65 euros), y un 16,92% más.
El rendimiento de la compañía se ve claramente reflejado en el índice London Stock Exchange (LSE), un indicador bursátil de referencia para la Bolsa de Valores de Londres
El segundo trimestre no ha sido tan positivo en rendimiento de bolsa para la compañía. Abril comenzó con una disminución del 2,08%; aunque posteriormente, en mayo, la biofarmacéutica consiguió dar la vuelta y aumentar un 5,59%, situándose en las 17,66 libras (20,86 euros), el valor más alto desde hace años. Sin embargo, el junio ha vuelto ha sufrir una caída del valor de sus acciones hasta las 15,30 libras (18,07 euros).
A pesar de no obtener los mejores resultados en abril y junio, GSK ha conseguido anteponerse a las adversidades y dejar un buen primer semestre de 2024 en el índice LSE. Prueba de ello, han pasado de las 14,60 libras (17,25 euros) a inicios de enero, a las 15,30 libras (18,07 euros) a cierre de junio. Lo que se traduce en un aumento de más del 3,4%.
INVERSIONES Y APROBACIONES
En estos seis meses, la biofarmacéutica ha realizado una serie de inversiones que demuestran tanto el buen momento de GSK como el compromiso como empresa de tener un impacto positivo en la salud de 2.500 millones de personas para finales 2030. Un ejemplo de ello es la adquisición a mediados de febrero de Aiolos Bio por un pago inicial de 1.172 millones de euros, y, en función de los hitos marcados, esta cifra podría aumentar hasta los 469 millones de euros.
En concreto, esta adquisición proporciona a la compañía británica un anticuerpo monoclonal listo para entrar en fase II de desarrollo clínico para el tratamiento de pacientes adultos con asma y potencial para indicaciones adicionales. Por parte del consejero delegado de Aiolos, Khurem Farooq, resaltó que al unirse a GSK, “un líder de experiencia en el desarrollo de terapias respiratorias”, confían en que podrán avanzar rápidamente en su candidato con la esperanza de reducir significativamente la carga de tratamiento para los pacientes.
Continuando con las inversiones, la biofarmacéutica ha anunciado recientemente la colaboración con Ochre Bio por 37,5 millones de dólares (44,2 millones de euros) para identificar las causas de las enfermedades hepáticas a través de las plataformas de biología computacional y celular de esta compañía. “Con este movimiento, Ochre Bio proporcionará a GSK conjuntos de datos fundamentales para crear modelos de IA que nos permitan comprender mejor la función y las enfermedades del hígado para el desarrollo de nuevos medicamentos”, señaló Kim Branson, vicepresidente senior y director global de IA y aprendizaje automático de GSK.
En estos seis meses, la biofarmacéutica ha realizado una serie de inversiones que demuestran tanto el buen momento de GSK como el compromiso como empresa de tener un impacto positivo en la salud de 2.500 millones de personas para finales 2030
Además de las inversiones, el buen momento de la biofarmacéutica también se puede observar en la aprobación por parte de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) de su vacuna contra el virus sincitial respiratorio (VRS), Arexvy, para la prevención de la enfermedad del tracto respiratorio inferior (LRTD) por VRS en adultos de entre 50 y 59 años de edad que presentan un mayor riesgo de complicaciones asociadas a la infección.
Un paso muy importante para tratar de poner freno a las 42.000 hospitalizaciones que causa cada año en adultos de 50 a 64 años el VRS en Estados Unidos. Una patología que además se caracteriza por provocar un empeoramiento de afecciones médicas subyacentes, como la EPOC, el asma, la insuficiencia cardiaca o la diabetes. “Muchos adultos de este grupo de edad tienen problemas de salud subyacentes que los colocan en mayor riesgo de sufrir una enfermedad grave por infección por VSR en comparación con aquellos que no tienen estos problemas. Ahora hay una vacuna aprobada que puede ayudar a protegerlos”, apuntó la profesora Ann R. Falsey, Facultad de Medicina de la Universidad de Rochester, en relación a la importancia de la aprobación de la FDA.