La compañía farmacéutica catalana Grifols ha cerrado el primer trimestre de 2025 con una caída acumulada del 9,31% en el valor de sus acciones, en contraste con el buen comportamiento que llegó a registrar en febrero. En estos tres primeros meses del año, sus títulos han pasado de los 8,296 euros registrados el 2 de enero hasta los 8,198 euros del cierre del 31 de marzo, tras tocar su máximo trimestral el 6 de marzo, cuando alcanzaron los 11,00 euros.
El mes de enero fue, en términos generales, de comportamiento errático, marcado por subidas y correcciones frecuentes. El valor tocó su mínimo trimestral el 31 de enero, situándose nuevamente en los 8,296 euros, tras un cierre de 2024 ya condicionado por la volatilidad. En total, se negociaron 31,69 millones de acciones, con sesiones destacadas como la del 10 de enero o la del 14, en las que la acción repuntó más del 2%.
Febrero fue el mes clave del trimestre para Grifols, con una revalorización del 28,01% que le permitió recuperar gran parte del terreno perdido. El 27 de febrero fue la jornada más destacada del trimestre, con una subida del 14,32% tras la publicación de los resultados del ejercicio 2024. La acción cerró el mes en 10,620 euros, en un contexto de alto volumen, con 25,44 millones de títulos negociados.
Grifols cierra el primer trimestre de 2025 con una caída del 9,31% arrastrada por la desconfianza en marzo
En marzo, sin embargo, la acción perdió todo lo ganado en febrero, con una caída del 22,81% que devolvió la cotización a los niveles de enero. El máximo trimestral se alcanzó el día 6 con los mencionados 11,00 euros, pero desde entonces el valor encadenó varias jornadas de recortes, con desplomes del 6,29% el día 11, del 3,41% el día 28 y del 4,43% en la última sesión del trimestre. Se negociaron en total 37,08 millones de acciones en marzo, el mayor volumen mensual del trimestre.
En conjunto, el precio medio del trimestre fue de 9,71 euros, con un rango de cotización que osciló entre los 8,15 euros (mínimo intradía del 31 de marzo) y los 11,27 euros (máximo intradía del 6 de marzo). La farmacéutica catalana no logró consolidar los niveles de soporte técnico alcanzados en febrero y cerró el trimestre en una posición frágil ante los mercados. 50546337L
El desplome de marzo se explica por varios factores que reactivaron las dudas sobre la transparencia y la salud financiera de la compañía. Uno de los hechos más relevantes fue la insistencia del fondo bajista Gotham City Research en su litigio con Grifols en EE. UU., donde exige el pago de los costes legales por su defensa en el procedimiento judicial iniciado en 2023.
A esto se sumó la publicación de informaciones que cuestionaban las cifras reales de apalancamiento y la estructura de sus sociedades vinculadas. Días después, se dio a conocer que la CNMV había pedido a Grifols nuevas aclaraciones sobre sus relaciones con Scranton y BPC, lo que volvió a activar la presión vendedora. Por último, se conoció que JPMorgan había reducido su participación en la compañía hasta el 2,68%, abandonando el consejo de administración y alimentando los rumores sobre una posible pérdida de confianza institucional. Este conjunto de factores provocó una reacción negativa del mercado que ni los buenos resultados financieros de febrero pudieron compensar.
Con este cierre trimestral, Grifols se enfrenta a un segundo trimestre de alta exigencia. El mercado pedirá resultados tangibles en transparencia, claridad contable y evolución operativa. En ausencia de avances regulatorios o alianzas estratégicas de calado, la farmacéutica deberá demostrar que puede recuperar la confianza perdida y volver a estabilizar su valor bursátil.