La farmacéutica alemana Bayer ha registrado uno de sus peores resultados en bolsa de los últimos años, en concreto, desde el cierre del viernes hasta el inicio del lunes 20 de noviembre contabilizaron una desplome del 19,8% en el valor de sus acciones en bolsa.
Un reflejo claro del momento que atraviesa la compañía, tras anunciar la suspensión de OCEANIC-AF, uno de sus ensayos clínicos con mayores expectativas; y la orden del jurado de Missouri de pagar 1.560 millones de dólares (1.424 millones de euros) a cuatro demandantes que afirmaron que el herbicida Roundup de Bayer había causado cáncer.
En orden cronológico, primero llegaría el varapalo jurídico. El tribunal del condado de Cole, Missouri, concluyó el viernes que el negocio Monsanto, perteneciente a Bayer, era responsable de las acusaciones de negligencia, defectos de diseño y de no advertir a los consumidores sobre los peligros potenciales del uso de Roundup.
En total, cuentan con cerca de 165.000 reclamaciones contra la empresa por lesiones producidas por Roundup, que Bayer adquirió como parte de su compra de la compañía de agroquímicos por valor de 57.510 millones de euros
Tanto a Valorie Gunther, Jimmy Draeger y Daniel Anderson, se les diagnosticó linfoma no Hodggkin, una enfermedad por la que se forman células malignas en el sistema linfático. Por ello, como compensación económica han recibido en conjunto 61,1 millones de dólares (55,7 millones de euros) en daños compensatorios y 500 millones de dólares (456 millones de euros) cada uno en daños punitivos.
Este veredicto se trata de la cuarta derrota consecutiva para Bayer en los tribunales, después de que la empresa fuera declarada no responsable ante los demandantes en nueve juicios consecutivos. En total, cuentan con cerca de 165.000 reclamaciones contra la empresa por lesiones producidas por Roundup, que Bayer adquirió como parte de su compra de la empresa de agroquímicos por valor de 63.000 millones de dólares (57.510 millones de euros) en 2018. Aunque en 2020 la farmacéutica resolvió la mayoría por cerca de 10.900 millones de dólares (9.950 millones de euros), alrededor de 50.000 reclamaciones siguen pendientes.
Por si era poco, a inicios de esta semana, Bayer ha comunicado el final del ensayo clínico en fase III Asundexian, que prometía elevar la facturación del grupo en 5.000 millones de euros anuales. Un movimiento que evidencia el fracaso de las inversiones y supondrá un antes y después en la ruta de la compañía para el futuro, ya que parecía que sustituiría los ingresos de uno de sus productos más vendidos, el anticoagulante Xarelto, que perderá la protección de patentes europeas en 2026.
En cuanto a la decisión de suspender el ensayo, se basa en la recomendación del Comité Independiente de Monitorización de Datos (IDMC), como parte de la vigilancia continua que mostró una eficacia inferior de asudexian frente al brazo de control.
Ante este negativo panorama, en un intento de revivir los bajos precios de sus acciones, Bill Anderson, director ejecutivo de Bayer, está sopesando opciones para dividir al fabricante
Así lo explicó en el comunicado el Dr. Christian Rommel, miembro del Comité Ejecutivo de la División Farmacéutica de Bayer AG y Responsable global de Investigación y Desarrollo, que a pesar de los malos resultados, recalcó que continuarán investigando asundexian en el estudio OCEANIC-STROKE. Además, actualmente están reevaluando otras indicaciones en pacientes que necesitan tratamiento antitrombótico.
Ante este negativo panorama, en un intento de revivir los bajos precios de sus acciones, Bill Anderson, director ejecutivo de Bayer, está sopesando opciones para dividir al fabricante de medicamentos recetados, productos de salud para el consumidor, químicos para cultivos y semillas. Además de simplificar la toma de decisiones de gestión con el recorte de puestos directivos.
La situación, en el ámbito farmacéutico, actual en países de la Unión Europea como Alemania pasa por cambios legislativos y cada vez una mayor presión ante la competencia estadounidense y asiática en el desarrollo de nuevos fármacos. Un conjunto de varapalos seguidos que unidos al panorama actual en Europa han llevado a Bayer a registrar uno de los valores más bajos de la historia de la farmacéutica.