La biotecnológica estadounidense Amgen, que cuenta con más de 18.000 empleados centrados en el desarrollo de terapias innovadoras en áreas terapéuticas como la cardiología, la nefrología o la oncohematología, no ha venido registrando grandes resultados en el valor de sus acciones en el segundo índice más importante de Estados Unidos, Nasdaq.
Concretamente, el final del año pasado y el primer semestre de 2023 demuestran el mal momento que atraviesan en la compañía, muy influenciado por los múltiples varapalos que han recibido a lo largo de estos seis primeros meses.
El inicio de la tendencia negativa comenzó en diciembre de 2022, cuando Amgen se desplomó en bolsa con un -8,30%, perdiendo 23,72 dólares (21,77 euros) la acción. Un descenso que le llevó a comenzar el año con unas expectativas bajas ante lo que supone una reducción del valor de estas características.
Tres meses muy malos en los que acabarían cosechando un desplome en bolsa del 20,42%, una quinta parte de su valor total y 50,24 euros menos que su último mes positivo
Más tarde se comprobó que así sería, enero llegó con número rojos, en este caso, de un -3,90%, que unido a la nueva caída en febrero del -8,22%, se situaban sobre los 231,66 dólares (212,62 euros), la acción. Tres meses muy malos en los que acabarían cosechando un desplome en bolsa del 20,42%, una quinta parte de su valor total y 54,74 dólares (50,24 euros) menos que su último mes positivo.
En marzo, la biotecnológica experimentó un claro aumento en su valor en Nasdaq alcanzando los 241,75 dólares (221,88 euros), aun así, no lograron acercarse a las cifras registradas antes de los meses tan negativos de principios de año. Este pequeño rayo de luz sobre la oscuridad no duraría mucho, ya que a mediados de mes recibieron una demanda colectiva por esperar demasiado para decirles a sus inversores que tenían dudas con el Servicio Interno de Impuestos (IRS), traducidos en 10.700 millones de dólares (9.968 millones de euros) en impuestos y multas.
Más concretamente, un fondo de pensiones con sede en Detroit acusó a la compañía de haber inflado artificialmente el precio de sus acciones con el objetivo de ocultar la disputa sobre su estrategia fiscal internacional entre 2020 y 2022. "Los demandados no tomaron ninguna acumulación significativa ni revelaron la asombrosa cantidad de impuestos atrasados y multas reclamadas por el gobierno de los EE. UU.", apuntan desde el fondo para explicar que en el momento en el que se conoció la verdad fue cuando comenzaron las pérdidas.
Y así llegó Amgen a abril, con una demanda colectiva y en el punto de mira de un sector de inversores que no confiaba en la capacidad de la biotecnológica. Como principal consecuencia, dejaron atrás las cifras positivas, descendiendo un 0,83% de su valor, aunque no sería hasta mayo cuando de verdad volvieron a la senda negativa, de nuevo unida a una mala noticia.
En este caso, a mediados de mayo, Amgen pretendía remontar la situación con la compra de Horizon Therapeutics por un total de 27.800 millones de dólares (25.500 millones de euros). Sin embargo, no era el mismo plan que el de la Comisión Federal del Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) que presentó una demanda ante el posible monopolio que formarían estas compañías.
La biotecnológica ha terminado registrando un primer semestre para el olvido, concretamente han perdido un 15,93% en el valor en bolsa, desde los 231,66 euros en enero, hasta los 203,77 euros en junio
Desde la FTC argumentaron que Amgen podría aprovechar su cartera de productos existente para “afianzar las posiciones de monopolio” de los medicamentos de Horyzon para la enfermedad ocular tiroidea y la gota crónica. “La FTC no dudará en desafiar las fusiones que permiten a los conglomerados farmacéuticos afianzar sus monopolios a expensas de los consumidores y la competencia justa", apuntó la directora de la Oficina de Competencia de la FTC, Holly Vedova.
Tras la demanda y de manera muy clara, el valor de las acciones de Amgen en Nasdaq volvió a caer a niveles parecidos a enero y febrero, con un -7,96% que les llevó hasta la cifra más baja en el último año y medio, 220,65 dólares (202,52 euros) la acción. A pesar de aumentar el valor un 0,62% en junio, la biotecnológica ha terminado registrando un primer semestre para el olvido, concretamente han perdido un 15,93% en el valor en bolsa, desde los 252,40 dólares (231,66 euros) en enero, hasta los 222,02 dólares (203,77 euros) en junio, 30,38 dólares (27,88 euros) menos.