La compañía farmacéutica Eli Lilly registró este martes una caída del 8% en sus acciones, alcanzando los 739,23 dólares (717,67 euros), su peor jornada en casi cuatro años. El desplome se produjo después de que la compañía proyectara unas ventas del cuarto trimestre para su medicamento para bajar de peso, Zepbound, por debajo de las estimaciones de Wall Street. Este es el segundo trimestre consecutivo en el que las ventas del fármaco no alcanzan las expectativas desde su lanzamiento a finales de 2023 según ha informado Reuters.
El entusiasmo inicial por Zepbound impulsó las acciones de Lilly a principios de 2023, pero su desempeño en ventas ha generado dudas. En octubre pasado, las cifras del tercer trimestre ya habían decepcionado a los analistas, y el pronóstico actual de Lilly no logró disipar esas preocupaciones. Según la compañía, se esperan ventas de 1.900 millones de dólares (1.844 millones de euros) para Zepbound en el cuarto trimestre, muy por debajo de los 2.080 millones de dólares (2.019 millones de euros) estimados por analistas. "Este pronóstico probablemente sea un shock menor para los inversores, pero aún así puede debilitar cierta confianza en la demanda de incretinas", señaló Evan Seigerman, analista de BMO Capital Markets, refiriéndose a la clase de medicamentos a la que pertenece Zepbound.
"Este pronóstico probablemente puede debilitar cierta confianza en la demanda de incretinas"
El director financiero de Lilly, Lucas Montarce, atribuyó los resultados al comportamiento de los mayoristas, quienes, según explicó, no buscaron aumentar sus inventarios hacia finales de año como lo hicieron en ejercicios anteriores. "Terminamos prácticamente con el mismo nivel de inventario en el canal que teníamos en el tercer trimestre", indicó Montarce.
A pesar del revés, desde la empresa se muestra optimista sobre sus perspectivas. Según han indicado la compañía proyecta ingresos de entre 58.000 y 61.000 millones de dólares (56.308 y 59.220 millones de euro) para 2025, superando las estimaciones de los analistas, que apuntaban a 58.520 millones de dólares (56.812 millones de euros). Este crecimiento estaría impulsado por la expansión de su medicamento Mounjaro en mercados clave como China, India, Brasil y México.
La competencia en el mercado de incretinas y medicamentos para bajar de peso sigue intensificándose. Sourtney Breen, analista de Bernstein, sugirió que los recientes resultados muestran la necesidad de que Lilly tome medidas para estimular una mayor demanda. "La compañía debe actuar para recuperar la confianza de los inversores y el mercado", comentó.