Abbott cae más de un 5% en bolsa tras recibir varios golpes en el primer semestre

La compañía estadounidense ha contabilizado durante estos seis meses varias demandas a sus productos para bebés prematuros y la retirada de la herramienta HeartMate Touch

Caída en bolsa Abbott (Foto. Montaje)
Caída en bolsa Abbott (Foto. Montaje)
Ander Azpiroz
29 julio 2024 | 07:00 h
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La farmacéutica estadounidense Abbott, especializada en el desarrollo de productos que abarcan la asistencia sanitaria general, ha registrado un mal primer semestre de 2024 en términos bursátiles. Una tendencia negativa que ha venido acompañada durante estos seis meses de múltiples contratiempos, como la demanda por marketing engañoso de su complemento alimenticio, la retirada del mercado del software de uno de sus dispositivos cardíacos y un nuevo juicio por su fórmula para bebés prematuros.

La compañía que cotiza en la Bolsa de Nueva York comenzó el año con un aumento de su valor del 7,65% en enero y febrero. Una tendencia positiva muy sorpresiva ya que, a finales, de enero anunciaron sus resultados financieros de 2023, de los que se desprende un beneficio neto de 5.723 millones de dólares (5.234 millones de euros), que se traduce en un descenso del 17,5% comparado con el resultado de 2022.

Las acciones de la compañía estadounidense a inicios de enero valían 103,49 euros y en junio 95,04 euros

Sin embargo, con la llegada de marzo, momento en el que cada acción tenía un valor de 118,4 dólares (108,29 euros) se fueron los números verdes. Concretamente, la farmacéutica contabilizó una reducción del 4,20%, seguido de una caída del 6,77% en abril y un 3,57% menos de mayo. De esta manera, en tan solo tres meses, pasó de los 118,4 dólares (108,29 euros) a 102,19 dólares (93,46 euros) la acción, lo que se traduce en 16,21 dólares (14,83 euros) menos, un descenso del 14,54%.

Con la llegada de verano, Abbott consiguió de nuevo aumentar ligeramente, un 1,68%, su valor, aunque no alcanzó para superar los malos resultados de los tres meses anteriores. En total, las acciones de la compañía estadounidense a inicios de enero valían 113,15 dólares (103,49 euros) y en junio 103,91 dólares (95,04 euros), dejando así un primer semestre con una disminución del 5,21%.

VARAPALOS CONTINUOS

Durante esta primera mitad del año, Abbott ha encadenado varios golpes que no le han permitido registrar un buen semestre. A principios de febrero juez federal de distrito, Paul Engelmayer de Manhattan, rechazó la solicitud de la farmacéutica para desestimar la demanda impuesta por Joanne Noriega. Esta mujer neoyorquina afirmó que la empresa había engañado a los consumidores haciéndoles creer que su producto “PediaSure Grow & Gain”, un complemento alimenticio, había pasado las pruebas clínicas donde se afirmaba que eran un potenciador del crecimiento. 

Engelmayer impugnó la solicitud de Abbott por contar con razones sólidas, fundamentadas por hechos, de que los estudios clínicos no tenían resultados que correspondieran con las afirmaciones de la compañía en sus campañas publicitarias. "La existencia de estudios que contradicen la afirmación de la etiqueta refuerza la plausibilidad de la alegación de la denuncia de que la etiqueta engaña a los consumidores", afirmó el juez. 

Un mes y medio después, en marzo, la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) otorgó la Clase I de retiro, su designación más grave, a HeartMate Touch de Abbott. La compañía notificó por primera vez el problema a sus usuarios de LVAD HeartMate 3 y a sus proveedores de atención médica con una carta a principios de enero, diciendo que había recibido informes de lesiones de ocho pacientes durante los tres años anteriores.

Abbott se enfrentará a un nuevo juicio por la relación de ‘Smilac’ con una enfermedad intestinal potencialmente mortal

Una retirada que afectó a más de 1.500 usuarios utilizados para comunicarse y controlar sus bombas cardíacas implantadas a largo plazo, problemas de software que, según indican desde la FDA, podrían causar que los dispositivos se detengan o se inicien inesperadamente. Desde la compañía estadounidense comunicaron que desarrollarían una actualización de software para corregir el problema.

Cerrando la ronda de acusaciones que han recibido durante este periodo y, de nuevo, en torno a su división de productos para bebés, Abbott se enfrentará a un nuevo juicio por la relación de ‘Smilac’ con una enfermedad intestinal potencialmente mortal detectada en unidades de cuidados intensivos neonatales.

Margo Gill, residente de Illinois, alega en la demanda que su hijo prematuro desarrolló enterocolitis necrotizante (ECN) como resultado de ser alimentado con productos de Abbott. Se trata de una enfermedad que provoca la muerte del tejido intestinal y afecta principalmente a los recién nacidos. Una patología que cuenta con una importante tasa de mortalidad de entre el 15% y el 40% de los casos, aunque en el caso del hijo de Gill sobrevivió.

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