Quirónsalud Marbella y Campo de Gibraltar, pioneros en un tratamiento para prevenir el ictus

El Servicio de Angiología y Cirugía Vascular utiliza la Técnica de Revascularización Transcervical de la Arteria Transcarotídea (TCAR) para prevenir y tratar la obstrucción de la carótida, la cual causa un tercio de estos accidentes cerebrovasculares

El TCAR cuenta con la tasa más baja de accidentes cerebrovasculares relacionados con el procedimiento
El TCAR cuenta con la tasa más baja de accidentes cerebrovasculares relacionados con el procedimiento
CS
9 enero 2018 | 14:25 h
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Una de cada seis personas sufrirá un ictus cerebral en su vida. Un evento que afecta a 15 millones de personas al año en todo el mundo, con una elevada mortalidad, pues hasta el 40% de los pacientes que lo sufren fallece y más de un 30% de los que sobreviven presenta algún tipo de discapacidad.

Desde Quirónsalud recomiendan que los pacientes de alto riesgo (hipertensos, con colesterol alto, diabéticos) se sometan a programas de cribado mediante ecografías para prevenir un accidente cerebrovascular. De hecho, casi el 80% de los casos podría prevenirse.

"El 80% de los casos de accidentes cerebrovasculares podría prevenirse" 

Según señala el doctor Rubén Rodríguez Carvajal, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular de los hospitales Quirónsalud Marbella y Quirónsalud Campo de Gibraltar, la obstrucción de la carótida produce un tercio de estos accidentes cerebrovasculares. Para prevenirla a tiempo, los especialistas de este servicio de Angiología han impulsado y mejorado un tratamiento conocido como Técnica de Revascularización Transcervical de la Arteria Transcarotídea (TCAR).

El procedimiento TCAR se realiza a través de una pequeña incisión justo por encima de la clavícula. El cirujano colocará un tubo directamente en la arteria carótida y lo conectará a un sistema que temporalmente dirigirá el flujo sanguíneo lejos del cerebro para protegerlo de que los desechos peligrosos que puedan desprenderse de la placa de ateroma no lleguen al mismo durante el procedimiento. "Este sistema de protección cerebral es la clave del éxito del TCAR y lo que marca la diferencia con el resto de tratamientos disponibles", comenta el doctor Rodríguez Carvajal.

Así, se implanta un stent carotídeo- cánula para abrir venir previamente obstruidas- que permite estabilizar la placa y prevenir accidentes cerebrovasculares futuros. Después de que el stent esté colocado con éxito, la inversión del flujo se desconecta y el flujo sanguíneo se reanuda en su dirección normal.

El procedimiento puede realizarse con anestesia local, por lo que el paciente está despierto en todo momento. Esto permite evaluar y monitorizar de forma continua la función cerebral del paciente.

TCAR, CON LA TASA MÁS BAJA DE ICTUS

La revascularización transcervical de la arteria carótida (TCAR) "tiene la tasa más baja de accidentes cerebrovasculares relacionados con el procedimiento (1,4%), según los estudios clínicos disponibles hasta la fecha, frente al 2,3% que presenta la endarterectomía clásica o el 4,1% que presenta el stenting transfemoral", sentencia el doctor Carvajal. 

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