El próximo 21 de Noviembre se celebra el Día Mundial en recuerdo de las víctimas de accidente de tráfico, uno de los accidentes más comunes es la colisión por detrás de un coche que no frena a tiempo y provoca el conocido “latigazo cervical” debido a los movimientos hacia atrás y hacia adelante tras el choque, dejando síntomas como la cervicalgia o dolor cervical, un dolor localizado en los hombros en la zona suboccipital y zona interescapular caracterizado por ser continuo y puede derivar en una pérdida de movilidad.
La asistencia médica es necesaria inmediatamente después del accidente con el objetivo de minimizar las lesiones, tal y como explica la responsable del servicio de fisioterapia de RiberaHospital de Molina, gestionado por el grupo sanitario Ribera, Ana Mª Dasí Espinosa , “cuando hablamos de latigazo cervical, lo más normal es que no queden secuelas, o que éstas sean mínimas. Sin embargo, la existencia de patologías previas, un mal diagnóstico, una incorrecta o inexistente recuperación pueden suponer una cronificación del dolor y complicaciones posteriores. Solo el 10% de los casos se cronifican y condenan al paciente a sufrir dolores de por vida”.
"La existencia de patologías previas, un mal diagnóstico, una incorrecta o inexistente recuperación pueden suponer una cronificación del dolor y complicaciones posteriores."
Además de estos síntomas pueden aparecer otros dependiendo de la situación del individuo y de la gravedad del accidente. “Otros síntomas del latigazo cervical son las cefaleas de predominio occipital o suboccipital, que pueden irradiarse hacia la región parietal, temporal u orbital. También los vértigos o sensación de desequilibrio, la debilidad y falta de fuerza, el dolor lumbar provocado por la inmovilización de la pelvis con el cinturón de seguridad al tiempo que el tronco se mueve libremente, el bloqueo del sacro y la disminución de la movilidad de la charnela dorsolumbar, las parestesias, las disfunciones de la articulación temporo-mandibular, ansiedad… Son síntomas que aparecen entre las primeras y 72 horas posteriores al accidente” aclara la especialista.
El periodo de recuperación es diferente en cada caso debido a los distintos factores que aparecen en un accidente de este tipo y en la condición del afectado, aun así Dasí Espinosa afirma que la mayoría de las personas se recuperan entre uno o tres meses, pero el dolor y la incapacidad puede durar más de seis.
“Desde la fisioterapia, nos encargamos de realizar una exhaustiva exploración y establecer un tratamiento hecho a medida con el objetivo de disminuir el dolor, recuperar la movilidad biomecánica funcional del raquis anterior al traumatismo, relajar la musculatura y liberar la tensión del cuello. Con todo esto, se intenta evitar que se cronifiquen las lesiones” concluye la responsable del servicio de Fisioterapia de Ribera Hospital de Molina.