Las enfermedades cardiacas son la principal causa de muerte, junto con el desarrollo de un segundo tumor, de los pacientes que sobreviven a un cáncer. Así lo indican desde el Hospital Universitario de Torrejón, cuyos equipos de Oncología y Cardiología, en colaboración con el Servicio de Hematología trabajan de manera multidisciplinar para minimizar la toxicidad cardiovascular.
Y es que en los últimos años se han conseguido numerosos avances en la detección y tratamiento del cáncer que se ha traducido en una reducción significativa de la mortalidad del paciente. Sin embargo, los profesionales se enfrentan profesionales al reto de prevenir y diagnosticar posibles complicaciones derivadas de los tratamientos onco-hematológicos. En este sentido, el Hospital Universitario de Torrejón cuenta con la denominada Unidad de Cardio-Oncología, formada por un equipo multidisciplinar con el objetivo de mejorar la salud cardiovascular de los pacientes que sufren un cáncer.
"Los pacientes con enfermedad oncológica llegan a triplicar las probabilidades de sufrir eventos cardiovasculares en el medio y largo plazo”
“Se viene comprobando que los tratamientos a los que se someten los pacientes con enfermedad oncológica llegan a triplicar las probabilidades de sufrir eventos cardiovasculares en el medio y largo plazo” señala el jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Torrejón, quien resalta la importancia de unidades “que faciliten la comunicación entre oncólogos y cardiólogos para mejorar la calidad de vida del paciente tras sobrevivir a un tumor”.
La denominada cardiotoxicidad puede prevenirse con ejercicio físico, dieta equilibrada, un control estricto de los riesgos cardiovasculares o el uso de agentes cardioprotectores en pacientes con cardiopatía previa o hipertensión, entre otros.
La cardiotoxicidad puede prevenirse con ejercicio físico, dieta equilibrada, un control estricto de los riesgos cardiovasculares o el uso de agentes cardioprotectores
“La enfermedad cardiovascular más frecuente es la hipertensión arterial, además de insuficiencia cardíaca, arritmias, bradiarritmias, cardiopatía isquémica o valvulopatías, entre otras” detalla el jefe del servicio de cardiología de Torreón, el doctor Eduardo Alegría. Este experto recomienda analizar los riesgos caso por caso y, además, “se valore el riesgo de la enfermedad cardiológica frente al de recidiva –repetición de la enfermedad poco después de la convalecencia- del cáncer antes de variar o suprimir cualquier tratamiento oncológico. Por ello, sentencia Alegría, “es de gran importancia la creación de unidades Cardio-Oncológicas”.