“El embarazo puede multiplicar el riesgo de sufrir un ictus”. Son datos aportados por el Hospital Universitario La Paz en el primer simposio sobre enfermedades neurológicas y psiquiátricas en embarazo y puerperio. Distintos profesionales de los servicios de Neurología, Psiquiatría y Ginecología y Obstetricia han tratado temas como las enfermedades cerebrovasculares, la epilepsia,enfermedades autoinmunes o las enfermedades infecciosas, entre otras. Todos ellos abordados desde el punto de vista del embarazo y el periodo de posparto.
Así, en el caso de las enfermedades cerebrovascularesy el embarazo, se observa que el riesgo de sufrir un ictus se multiplica en el caso de las gestantes. Se dan aproximadamente 30 casos por cada 100.000 mujeres embarazadas, de las cuales un 22% tienen secuelas incapacitantes de por vida. Además, supone el 12% de las muertes durante el embarazo. Los especialistas han advertido de que el uso no justificado de fármacos antiagregantes junto a anticoagulantes podría además influir en un mayor aumento en la incidencia de ictus hemorrágicos.
Se dan 30 casos de ictus por cada 100.000 mujeres embarazadas, de las cuales un 22% tienen secuelas incapacitantes de por vida
El Servicio de Neurología del centro hace hincapié en la prevención para evitar estos casos. Desde Ginecología se deben vigilar los estados de hipertensióndurante la gestación, como la preeclamsia, una complicación médica durante en el embarazo asociada a la hipertensión y a elevados niveles de proteína en la orina (proteinuria) que se da en un 8% de los embarazos y que, su forma más grave, la eclampsia en la que, además, se producen convulsiones. La actividad multidisciplinar también es esencial para el seguimiento de las mujeres con epilepsia para evitar anomalías fetales y complicaciones en el embarazo derivadas de las propias crisis o por la medicación para su tratamiento.
Durante el tercer trimestre de embarazo es cuando más desciende la inmunidadmaterna y hay más posibilidad de tener una infección neurológica. Las meningitis, sobre todo las bacterianas causadas por neumococo y listeria, son muy peligrosas en el embarazo porque pueden agravarse y causar la muerte tanto materna como fetal.
Aunque la incidencia es baja, 0.5 de cada 100.0000 mujeres, el diagnóstico mediante TAC y punción lumbar es crucial para establecer el diagnóstico entre una meningitis vírica, menos agresiva, y una bacteriana, muy agresiva. Un tratamiento precoz mejora el pronóstico de ambas vidas: la de la madre y la del feto, por tanto es imprescindible la colaboración entre neurólogos y obstetras.
EMBARAZO, POSTPARTO Y ENFERMEDADES
Los nueve meses de embarazo y el puerperio, periodo de cinco o seis semanas que se requieren para la recuperación completa tras el parto, son unos de los momentos a lo largo de la vida de la mujer más exigentes, y en los que se encuentra más vulnerable al desarrollo de nuevas enfermedades, ciertas patologías preexistentes pueden agravarse y el riesgo de recaídas aumenta.
Según señalan desde La Paz, “se trata de un período idóneo para la precipitación, re-emergencia o exacerbación de los trastornos mentales. El bienestar psíquico de la madre y la prevención de descompensaciones psiquiátricas son fundamentales, por ello se debe explorar sistemáticamente a las mujeres que presenten antecedentes o aparición de trastornos psiquiátricos durante el embarazo o el posparto”.